El Rey se marcha orgulloso de los militares españoles tras su gira por los países bálticos

Orgulloso y satisfecho. El Rey Felipe VI cierra su gira por los países bálticos en la base militar de Adazi en Letonia donde se ecuentran más de 650 militares españoles que forman parte de la misión Presencia Avanzada de la OTAN (eFP). Finalmente, el Jefe del Estado contó allí con el apoyo de un ministro de jornada durante las dos últimas horas de su visita a los países bálticos. La titular de Defensa, Margarita Robles, le acompañó en el último de los ocho actos de la jornada. La ausencia de ministros, algo inédito en un viaje oficial de esta envergadura, fue sin duda, la polémica que ensució el viaje oficial del Rey. La imagen que mejor reflejó la soledad del Monarca se produjo, de hecho ayer, durante el saludo a las delegaciones a primera hora de la mañana. La delegación letona estaba formada por trece personas frente a las cinco de la española. Más allá del número, lo llamativo es el rango de las mismas ya que el país anfitrión acudió con dos ministros, Defensa y Exteriores, además de la primera ministra y la presidenta del Parlamento.

No obstante, el feo del Gobierno no lastró el simbolismo de la visita del Rey que se desplazó hasta Adazi a tan solo 260 kilómetros de la frontera con Rusia donde de encuentra la base militar en la que está desplegado el contingente español que forma parte de la misión Presencia Avanzada de la OTAN (eFP), integrados en el batallón terrestre de la Alianza liderado por Canadá. Su objetivo es tanto de disuasión como defensa en un momento de especial importancia debido al creciente aumento de la tensión internacional a raíz de la invasión rusa de Ucrania. En la actualidad las tropas y el personal de los aliados de la OTAN se adiestran y se ejercitan juntos en el este de la Alianza, lo que representa una fuerte expresión de unidad y solidaridad. Si atacan a un socio, atacan a todos.

Nuestro país contribuye desde 2017 a esta fuerza de disuasión aliada, a la que aporta también 80 vehículos (entre ellos carros de combate "Leopardo" y "Pizarro"), artillería pesada, una unidad de drones y una batería de misiles "Nasams" que protege la base aérea letona de Lielvardes, a apenas 170 kilómetros al oeste de la frontera rusa.

La visita a la base fue la última parada de Don Felipe tras tres días de intensos encuentros institucionales además de recorrer cada una de las bases de la OTAN en las que hay presencia española. En Estonia mantuvo encuentros con los miembros de la Armada, en Lituania con el Ejército de Aire y, finalmente, esta tarde con el Ejército de Tierra. En la base letona, el Jefe del Estado pasó revista a un batallón multinacional. El capitán general Borbón ha mantenido un encuentro con cada uno de ellos y les ha agradecido su compromiso con la Alianza.

Antes de llegar a la base, el Rey se reunió con las autoridades del Letonia. En un discurso, volvió a brindar el apoyo al pueblo de Letonia: “No estáis, ni estaréis solos en estos tiempos difíciles”. El Rey recordó, de nuevo, el compromiso y solidaridad de nuestros país con Ucrania y el esfuerzo de su Ejército para “defender su integridad territorial, independencia y soberanía nacional”. Insistió en que, al igual que Letonia, nuestro país hará todo lo necesario para impulsar la entrada de Kiev en la Unión Europea, además de participar y contribuir a su futura reconstrucción. En este sentido, ha respaldado las candidatura de Ucrania y Moldavia para su adhesión a la Unión Europea, unas conversaciones que formalmente arrancaron ayer en Luxemburgo.

Asimismo, señaló que España respalda la candidatura del país para convertirse en miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas entre 2026 y 2027. Además, volvió a subrayar las oportunidades económicas conjuntas de ambas naciones, en especial en el ámbito de las infraestructuras. En el punto de mira está el proyecto Rail Baltica, que busca unir Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania con Polonia.

Además, acompañado por el presidente de Letonia, visitó el monumento de la Libertad, construido en honor a los soldados que murieron durante la guerra de Independencia de Letonia. En concreto, se recuerda a los 23.000 judíos, en su mayoría letones, que fueron asesinados en dos ejecuciones masivas hace más de ochenta años. Allí el Rey se acercó a un grupo de españoles para saludarles mientras se escuchaban vivas al Rey y viva España. A última hora de la tarde, el Monarca abandonó Letonia, poniendo punto y final a su tercera visita a las tropas en diez años de reinado.