El trípode

El 11 de septiembre hoy y en la Historia

El 11-S es una fecha singular y no precisamente para ser festejada, al coincidir con la del golpe de Pinochet de Chile en 1973 o el gran atentado de las Torres Gemelas de 2001

El 11 de septiembre es una fecha singular y no precisamente para ser festejada, al coincidir con la del golpe de Pinochet de Chile en 1973 o el gran atentado de las Torres Gemelas de 2001, que abrió una etapa de sangrientas guerras contra el terrorismo islámico. Así es, salvo para el nacionalismo catalán, que gusta celebrar derrotas mitificadas, como la del 11 de septiembre de 1714, convertida en una leyenda alejada de la verdad histórica, y celebrarla desde 1980 como la «Diada Nacional» de Cataluña. Ni fue aquella una guerra por la «secesión» de Cataluña, ni el presunto héroe Rafael de Casanova cayó muerto defendiendo valientemente la ciudad de Barcelona ante las tropas borbónicas, sino que lo hizo años después y gozando de la confianza del rey.

Fue una de las últimas operaciones militares de la guerra de «sucesión» por la Corona de España, desencadenada tras morir en 1700 sin descendencia el Rey Carlos II de la Casa de Habsburgo, designando pocos días antes como su sucesor a Felipe V, nieto del Rey Luis XIV de Francia. Una guerra por la sucesión estalló entonces entre el bando borbónico y el del pretendiente austracista, el Archiduque Carlos de Austria, que finalizará tal día como hoy de 1714. Lo cierto es que Felipe V juró sus Constituciones ante las Cortes catalanas reunidas en Barcelona en 1701, que le expresaron su adhesión y lealtad, aunque acabaría traicionándolas cambiando de bando político y militar con el Acuerdo de Génova en 1705.

Esa deslealtad para convertirse en el último reducto austracista de España, pesaría en los hechos posteriores, con el Decreto de Nueva Planta. La Revolución dels Segadors de 1640, precedió a esta guerra, a la que le siguió la Semana Trágica de Barcelona en 1909 y el golpe de Lluis Companys contra el legítimo Gobierno republicano el 6 de octubre de 1934, que será precursor de la Guerra Civil, marcando una sucesión de históricas y trágicas deslealtades. Se le quiso dar fin con la Constitución de la Concordia de 1978 y el Estatut de Sau. Este último traicionado por los socialistas, ERC y los Comunes mediante el Tripartito de Maragall con el PSOE en La Moncloa.

De aquellos vientos originados por el PSC y el PSOE acompañados de los Pactos del Tinell, vino la tempestad del «procés» que ahora Pedro Sánchez quiere «resolver» dándole al prófugo y golpista Puigdemont lo que pida, para regresar a la plaça de Sant Jaume cual «ja soc aquí» triunfador. Todo con tal de seguir en la poltrona.