Opinión

¡Viva las mujeres!

Hoy tenemos algo grande que subrayar en un país como el nuestro, tan dado a no ponerse nunca de acuerdo. Se trata del extraordinario consenso que ha conseguido este año, en todos los estratos de nuestra sociedad, la reivindicación de la aún pendiente igualdad de oportunidades para las mujeres. Se la ha querido llamar huelga pero, en realidad, desde un punto de vista jurídico, no lo es. Las huelgas generales se hacen contra un gobierno para forzarle a hacer una cosa concreta y, si no se consigue que la hagan, se pierden. Pero lo que menos importa ahora es el nombre con que se llame a la demanda de hoy, porque su verdadero significado es que sea una reivindicación, un recordatorio de la constancia necesaria, una insistencia de propósito. No nos podemos permitir esperar 70 años a que desaparezca la brecha salarial. Esa cifra es toda una generación; la vida de esa hija tuya que está naciendo ahora mismo. ¿Lastrará toda su biografía el desaliento de esa desventaja? Nadie lo quiere y, por eso, hoy por fin da la sensación de que habitamos un país más civilizado. Porque habrán objeciones a la forma o al envoltorio de la protesta, pero todos se han mostrado de acuerdo en la directrices centrales de lo que se pide.

A favor se han manifestado casi todas las personas de este país, sean de un signo ideológico u otro. Por sus razones particulares, unos pararán y otros no, pero lo importante es que todos muestran un claro acuerdo con el fondo del asunto. Coinciden en la reivindicación tanto las feministas como los masculinistas; irán también adosadas a la queja las hembristas (que mejor estén ahí, aunque su desafortunado ruido distorsione la percepción del asunto con su neurosis de sustantivar los adjetivos).

Los machistas quedan fuera (también mejor porque, de estar, sería pura hipocresía). Pero lo subrayable es que la gran mayoría de la sociedad está de acuerdo. Podrán señalarse con justeza errores en algunos de los escritos de la iniciativa (en ningún modo es cierto que jurídicamente la mujer no esté considerada sujeto de derecho en nuestro país), pero lo importante es que hoy, una vez más, vayamos a poner en mayúsculas la fecha del 8 de marzo.