Opinión

Un éxito de la sociedad

La banda terrorista ETA ha publicado un comunicado en que el pide perdón a las víctimas de la banda y reconoce el daño causado.

No puedo ni debo realizar comentario alguno a tal comunicado, esta labor les corresponde a otros.

Solo puedo reafirmarme en mi más profunda convicción de que al delito solo se le combate con el Estado de Derecho, y con pleno respeto a nuestras garantías democráticas; en España no entendemos de leyes patrióticas, solo de leyes.

La derrota final de ETA se viene produciendo tras muchos años de sufrimiento y de dolor, pero, a la vez, de aplicación inexorable de las previsiones legales.

Frente a cantos de sirena, el sistema en su conjunto se ha mantenido fiel a los dictados del Estado de Derecho, y no solo por obligación, sino por una firme y generalizada convicción de la sociedad española.

Debemos separar, en todo caso, la aplicación de la norma en el proceso penal y la política, y en su consecuencia, la disolución de la organización criminal, si se produce, se podrá tener en cuenta allí donde exista una previsión legal que lo permita.

La derrota de ETA como la derrota de otras organizaciones criminales terroristas es un triunfo del trabajo de las Fuerzas de Seguridad del Estado y sobre todo de una gran sociedad, que lo único que ha puesto en esta macabra historia es sufrimiento y dolor a través de sus víctimas, una sociedad que en su conjunto ha confiado siempre en la ley y su aplicación como única solución del terrorismo. Por ello, hoy más que nunca debemos poner en valor el obligado y triste papel que han sufrido las víctimas.

Debemos aprender de los errores del pasado, de los intentos de negociación y del mantenimiento de legislaciones temerosas, y sentirnos orgullosos como sociedad de la gran victoria sobre este terrorismo.

Pero el terrorismo sigue presente en nuestras vidas y por ello la rendición de esta banda terrorista no nos puede llevar a un desarme legal porque el riesgo sigue, ha cambiado de signo y es un error pedir cambios legislativos que, de producirse, se aplicarían a todos los supuestos de hecho.

Valoremos la victoria de nuestro Estado de Derecho, recordemos a las víctimas y felicitemos a la sociedad española en su conjunto.