Opinión

Nacionalismo español, dicen

No es discutible. A más velocidad en un vehículo o en una moto, menor capacidad de reacción. Podemos valorar también otros apartados, como la antigüedad del parque automovilístico, el mal estado de las carreteras, los despistes... pero la velocidad excesiva o inadaptada es responsable de uno de cada tres accidentes de tráfico. También es cierto que la cifra de muertos y heridos podría reducirse con medidas relativamente simples y ampliamente conocidas, pero que no se aplican en la mayor parte del mundo. Y todo esto lo afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los especialistas indican que si un automóvil que va a 50 kilómetros por hora atropella a un transeúnte, éste tiene un riesgo del 20 % de morir, pero si la velocidad es de 80 kilómetros este riesgo sube hasta el 60%. No es de extrañar pues que para el 65,4% de los consultados por NC Report la mayoría de los accidentes en las carretera sean por velocidad excesiva. Además, a ellos se suma para el 61,7% que la infraestructura viaria está mal mantenida. El Estado debe, cada año, realizar un gasto ingente en mantener a punto esas carreteras y autopistas. Es una cuestión vital. Curiosamente un 49,2% apunta que las multas de la DGT no sirven para hacer disminuir esa siniestralidad. En los últimos tiempos, sin embargo, se ha cambiado el paradigma de la movilidad –fundamentalmente en las ciudades– y se potencian otros medios de movilidad, como los transportes públicos o las bicicletas. Unas iniciativas a valorar pero que no han hecho disminuir los accidentes. Sólo han aportado su acento y particularismos.