Opinión

Joan Cortada

Joan Cortada Sala es un barcelonés marginado por la cultura oficial catalana, nacido en la ciudad condal en 1805, injustamente tratado por el nacionalismo separatista y probablemente el más lúcido hispanista catalán y el mejor promotor cultural que ha conocido la cocapital española del segundo tercio del siglo XIX. Renunció a su empleo de agente fiscal de la Audiencia de Barcelona para dedicarse a la literatura desde el «Diario de Barcelona», bajo el seudónimo de Abem Abulema, miembro destacado de la «Academia de les Bones Lletres» y de la «Sociedad amigos del país», impartió clases como catedrático de historia en la Universidad de Barcelona. Entre 1833 y 1840 publicó seis novelas históricas que popularizaron la historia medieval de Cataluña y formó parte de la «Renaixença», promoviendo la recuperación del catalán como lengua literaria.

Historiador e hispanista, centró sus trabajos de investigación en unir la historia de la Corona de Aragón como parte fundamental en el relato de la historia de España, y desde el periódico «El Telégrafo» publicó una serie de artículos de gran impacto mediático titulados «Cataluña y los catalanes», en los que, por primera vez, se proclama el concepto de patriotismo (como amor a los pueblos hispanos) en contraposición del nacionalismo (el odio al resto de pueblos): «Entretanto los catalanes, como súbditos de la corona de España, consideran a los demás españoles como a hermanos y su único anhelo es ver grande y poderosa la patria común, para lo cual nunca dejarán de contribuir con todo el esfuerzo de que son capaces, Perdóneseles el noble orgullo de querer estar a la cabeza del comercio, de la navegación y de la industria de España... Perdóneseles que tal cual vez en verso y en prosa escriban la lengua de sus padres...dejadles que recuerden los días, días de sus glorias...que ensalcen su patria y lloren sus desdichas que ha sufrido...Santo es el amor a la patria, y la patria nuestra es Catalunya».

Memorable fue su discurso presidencial durante los «Jochs Florals de Barcelona», en 1864, a cuya promoción y restauración dedicó buena parte de su vida, cuando dijo: «Nostra pàtria es la joya mes rica de la corona d´Espanya ... encara som catalans, formam un sol poble ab Castella, lo mateix ceptre nos regeix, més, som catalans y aquí estem en nostre lloch». Cortada fue el primer intelectual que trató de forma política el catalanismo, pero siempre defendiendo como una forma de mostrar la españolidad, nunca renegando del amor a la patria común de todos los españoles, sin renuncias a la lengua y a la propia cultura. Para Cortada, como para Aribau y todos los literatos catalanes de la Renaixença, la catalanidad se complementaba con la españolidad. Hoy, unos golpistas pretenden borrar nuestro pasado, falsificando nuestra historia y hurtándonos nuestras señas de identidad. Reivindicar a Cortada, Aribau, Pla, Dalí, Balmes, Gaudí, Verdaguer y a tantos catalanes hispanistas, es nuestra obligación.