Opinión
De Tina a Toreski
Constantina de Jarque Santiago fue una famosa actriz catalana de los años 30, conocida como «Tina de Jarque» y que revolucionó la escena cinematográfica de la España en blanco y negro. Nacida en Barcelona en 1906, fue asesinada en Castelló de la Plana en mayo de 1937. No se molesten en encontrar muchas referencias sobre las causas de su muerte, no sea que los supremacistas catalanes descubran que Franco no la mató. Tampoco encontrarán un documental sobre la artista en TV3, el único canal autorizado para generar el relato de nuestra guerra civil, puesto que ciertamente Constantina era una mujer muy progresista, pero de derechas, y eso no cuadra con el discurso buenista que han implantado en las mentes adoctrinadas de los catalanes, en los que sólo se puede ser bueno si eres nacionalista y de izquierdas.
Actriz y vedette, protagonizó películas que escandalizaron en la época anterior a la guerra civil, encarnó a personajes rotundos y bellos, amante de ávidos burgueses y simpatizante monárquica, popularizó en la Barcelona libertaria canciones patrióticas españolas, como «Soldadito español», interpretó un sinfín de obras de teatro, como «Las Mimosas» o «Cómo están las mujeres» y espectáculos de «striptease» que despertaban pasiones. Fue la coprotagonista de una película maldita, «Carne de fieras», rodada en el verano de 1936 y que no sería estrenada en España hasta 1992, y cuyo director, Armand Guerra, sería arrestado por milicianos, consiguiendo huir a París donde fallecería de un aneurisma en 1939. Tina no correría mejor suerte. Odiada por los anarquistas por sus veleidades derechistas, acusada de pertenecer a la «quinta columna» catalana, fue asesinada por orden del dirigente de la CNT Abel Domínguez. También en mayo de 1937 desaparecerían dos figuras de la escena catalana, hoy olvidados. Pere Ventayols era un actor y productor de obras de teatro en catalán y protagonista de éxitos como «La plaça de Sant Joan», de Sagarra, o «La sorpresa de Eva», sería asesinado a manos de los anarquistas protegidos por Companys. Josep Torres i Vilalta, «Toresky», actor, ventrílocuo y el primer locutor de Radio Barcelona, famoso pos sus diálogos con un personaje infantil apodado «Miliu», con el que protagonizó miles de horas de radio. Denunció los crímenes de la República en la retaguardia y según recoge «La Vanguardia»: «Un mal día de 1937, Miliu preguntó: «Señor Toresky, ¿porque ponen rejas en las cárceles?». La réplica fue: «Para que no entren los ladrones, Miliu». La broma sobre los miles de encarcelados bajo el régimen de terror de Companys le costó ser perseguido y encarcelado, ocasionando su muerte unos días después, víctima de los sufrimientos y torturas padecidos. Ventayols, Toresky y Tina; no serán jamás de los suyos, ni tendrán un reportaje en sus medios, ni siquiera serán recordados en la Catalunya del proceso y de la revancha.
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