Opinión

Cadena de mando

Cualquier aficionado al noir y el polar sabe que la cadena de mando es sagrada. En «The wire» el subordinado que largaba de sus jefes delante del juez o la prensa, un detective brillante, alcohólico y fanfarrón, acaba desterrado en el río. De ahí que me parezca naturalísima la destitución del coronel jefe de la UCO, la Unidad de Central Operativa, el coronel Manuel Sánchez Corbí, por parte del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Corbí, de gran prestigio por su historial en la lucha antiterrorista, habría filtrado a los medios un email en que explicaba que la UCO había dejado de percibir fondos reservados y en consecuencia peligran muchas de sus actuales investigaciones.

A mí, ya digo, me parece evidente que los hombres audaces e impulsivos, si bien pueden rendir grandes frutos en campos tan arriesgados como la salvaguarda de la ley y la protección de la ciudadanía frente a la delincuencia, también corren riesgos. El primero y más evidente pasarse de frenada delante de unos superiores que rara vez admiten deslealtades. Y más les vale que así sea. Ahora bien, queda un poco raro eso de liquidar al hombre que dirigió la investigación del caso Diana Quer, que concluyó con la detención del presunto asesino, así como múltiples tramas de hedionda corrupción política y económica.

No me extraña que Albert Rivera haya disparado en tuiter que «Sánchez, que encabeza un gobierno interino, acaba de fulminar al jefe de la UCO después de que este pidiera más recursos para luchar contra la corrupción. Pujol, Bárcenas, los ladrones de los ERE y compañía estarán contentos. El resto de españoles, no». No quiero ni imaginar cuál habría sido la reacción de algunos si esto sucede con un gobierno de signo distinto. Me refiero, claro, a la previsible histeria de esos columnistas especializados en adjudicar toda clase de macabros motivos a lo que parece la rauda decapitación de un investigador indómito por no bailar el mambo de una cadena que decidió saltarse.

Desde la Asociación PRO Guardia Civil escriben que «Varios años para cimentar un sólido prestigio y ni siquiera dos meses para perder la confianza del actual Ministerio del Interior. ¿Tiene algo que ver el propio prestigio y las investigaciones llevadas a cabo hasta ahora por la UCO?». Las respuestas, en la próxima comparecencia de ese atleta de las ruedas de prensa apellidado Sánchez.