Opinión

Las comas

Las comas son, tal vez, el signo de puntuación más difícil de colocar. Por ello, aquí va un resumen de sus reglas para facilitar su buena ubicación, dado que ni son subjetivas ni son inamovibles. Por ejemplo, en la siguiente oración: «No sé cantar bien los sabes», si coloco la coma tras «bien», es que algo canto, aunque sea regular. Pero si la coloco justo antes, es que no canto nada. El resumen que les puede ayudar es el siguiente: Inversión del orden lógico de la oración: «Para que no se te olvide, anótalo en tu agenda». Conectores (Asimismo, esto es, sin embargo, finalmente, etc.): «Asimismo, los candidatos deben presentarse una hora antes»; «Le nombraron director, esto es, responsable máximo de la empresa». Enumeraciones de tres o más elementos: entre los dos últimos, se coloca una conjunción: «Ese coche es caro, contaminante y ruidoso». Para señalar el vocativo (aquel al que se dirige el enunciado): «No toques esa pared, Juan. Está recién pintada». Después de la prótasis de las oraciones condicionales (la parte que comienza por «si») y antes de las subordinadas consecutivas: «Si llaman a la puerta, no abras bajo ningún concepto»; «Es un examen tan complicado, que no me apetece ni estudiar». Cuando se suprime un verbo que se encuentra en la oración anterior: «Es erróneo pensar que las oraciones simples son fáciles y las complejas, difíciles». Veamos, ahora, algún ejemplo real: «... pero gracias al acuerdo de legislatura firmado con el PSOE salió elegida alcaldesa en junio» (9.9.18). Aquí hay una inversión del orden lógico, por lo que, tras «pero» y tras «PSOE» faltarían las preceptivas comas. Si lo construimos en su orden lógico, no necesitaría comas: «pero salió elegida alcaldesa en junio gracias al acuerdo de legislatura firmado con el PSOE». Continuará.