Opinión

Vichy catalán

Vichy es una ciudad francesa de la región de Auvernia y conocida por sus manantiales de agua y sus centros termales, y la sede del gobierno de la Francia de Vichy durante la Segunda Guerra Mundial y en el relato europeo es sinónimo del colaboracionismo francés con los nazis. En España hablar de «Vichy» es hablar de agua mineral, de una marca registrada en 1890 bajo el nombre «El Vichy Catalán», aprovechando la popularidad del balneario de Vichy.

Modest Furest Roca, un médico especialista en Homeopatía e Hidroterapia, fue el fundador de la «Sociedad Anónima Vichy Catalán», ejerció de médico de cabecera y era popularmente conocido como el médico de los «anissos» por sus prácticas homeopáticas y su teoría sobre el «higienismo». Hombre emprendedor y preocupado siempre por el progreso de la sociedad, entre los años 1883 y 1886, consiguió formar parte del consistorio municipal gerundense y fue el máximo impulsor de que la ciudad fuese la primera en tener un alumbrado eléctrico, fomentó mejoras sanitarias en los cementerios, promovió el derribo de las murallas y la higienización de calles

Destinado como médico en Caldes de Malavella, descubrió sus aguas termales y decidió empezar una explotación industrial y científica, obteniendo la declaración de utilidad pública de las aguas y el registro de la marca, poniendo en marcha la primera planta embotelladora y posteriormente consiguió levantar el balneario en diferentes etapas hasta llegar a construir, en 1904, el Gran Hotel Balneario Vichy Catalán. La llegada de los «indianos», catalanes enriquecidos en las colonias hispanas de ultramar, fue decisiva en los proyectos de Furest. Entre otros tres indianos que aportaron el capital necesario para dar el impulso definitivo a su obra. Destacó especialmente un furibundo españolista llamado Bonaventura Blay Milà, comerciante y financiero; Josep Ferrer, dedicado al negocio de las minas y hermano del militar españolista Cástulo Ferrer y el empresario Josep Serradell Amich.

Furest fue un gran emprendedor, se rodeó de las figuras científicas más prestigiosas de la época y proyectó que su establecimiento termal estuviera al nivel de los grandes balnearios europeos. Gracias a la acertada estrategia de ubicación de las instalaciones junto a la línea férrea, el ferrocarril se convirtió en el medio ideal para distribuir las botellas de Vichy Catalán.

Afincado en Girona, emprendió nuevas aventuras empresariales, como un gran hotel dedicado a la Helioterapia, que no vería nunca en funcionamiento. Hombre de derechas y católico, en 1936 los «incontrolados» de la Generalitat republicana le confiscaron hotel y todos sus bienes. Detenido y torturado, murió poco después de finalizar la guerra incivil. En tiempos de memoria histórica, es bueno recordar que bajo el gobierno de Companys y de ERC, Catalunya sufrió el mayor índice de criminalidad y asesinatos de su historia y la consiguiente destrucción de su patrimonio. También lo intentaron con el agua «Vichy catalán».