Andalucía por sí; por si acaso quieren votar a otro

La ciencia demoscópica no pasa por sus mejores momentos en España, sobre todo tras el paso de Atila Tezanos por el CIS, donde no volverá a crecer la yerba (excepto quizá la que se fuman los arúspices antes de propalar sus teorías: el estupefaciente y las artes adivinatorias siempre se han llevado bien) a menos que se rebautice el chiringuito como Centro de Investigaciones Socialistas. Con la campaña en marcha y hasta la víspera misma de las elecciones, pues Internet facilita la burla de la norma que prescribe una última semana de abstinencia, disfrutamos de sondeos cotidianos y hasta de varios trackings al día, números de una amabilidad extrema, ya que permiten sostener cualquier predicción por peregrina que sea. Por ejemplo, alguna encuesta le vaticina la obtención de un escaño por Cádiz a una plataforma llamada “Andalucía por sí”, que ni google tiene claro qué es exactamente.

Extinto el Partido Andalucista, una formación tan inspirada en la Convergencia catalana que se especializó en concejalías de urbanismo egipcias y otras formas de ser camillero de delante, sus náufragos se diseminaron por todo el arco parlamentario, de modo que no falta lista en la que no haya al menos un antiguo agradaó del rojasmarquismo o costalero del pachequismo, que tales fueron las ramas en las que estuvo permanentemente dividida la formación. En realidad, el andalucismo residía hacía tiempo en el PSOE, devenido movimiento totalizador a la imagen del peronismo en Argentina, y los cuatro separatistas extravagantes, que nunca faltan, hallaron acomodo en las diversas confluencias filocomunistas: los une el odio patológico a España. Para restar votos a Podemos por este flanco, nace “Andalucía por sí”.

No es extraño que sea justo en la provincia de Cádiz, donde Teresa Rodríguez aglutinará más apoyos, en la que se ha fletado con más dinero este submarino socialista. El PA fue hegemónico durante dos decenios en Jerez, mandó mucho en Algeciras y resistió hasta el final en San Fernando o Puerto Real, entre otros municipios, con episodios de encarnizada rivalidad con el PSOE, al que hay muchos votantes que jamás apoyarán. Para evitar que migren a Podemos, pues, patrocinan los medios afines a la Junta a los promotores de “Andalucía por sí”, José Chamizo y Javier Aroca, ambos apacentados durante media vida en el pesebre juntero. El primero, cura exclaustrado, como defensor del pueblo; el segundo se abrazó a Chaves en 2005 y es la voz del susanismo, que lo tiene arrecogío en otro chiringuito, en la telebasura política.