Opinión

Gene Sharp

Esta semana en «Vilaweb», uno de los digitales subvencionados por la Generalitat y desde donde se vomitan las consignas supremacistas, se apelaba a seguir con la resistencia pacífica contra el «Estado español», siguiendo las instrucciones de Gene Sharp: conseguir la independencia mediante la subversión pacífica. Para los separatistas la figura de Sharp es clave, y a ella nos debemos referir para entender lo que sucede en el «Estado español».

La llamada filosofía de la resistencia civil no violenta, incide en que los activistas separatistas deben están bien organizados, actuar con determinación, y si el Estado al que se enfrentan no afronta el reto con habilidad, el movimiento tiene el éxito asegurado. La obra de Gene Sharp, «The Po+litics of Nonviolent Action», es el manual de muchos movimientos nacionalistas en el mundo, siendo uno de los mayores éxitos las acciones del movimiento serbio Otpor o las llamadas primaveras árabes. La tesis fundamental de Sharp, es que el poder del Estado proviene de la obediencia de sus súbditos o ciudadanos, y desaparece en el momento en que esa obediencia cesa, mientras el movimiento subversivo ha de adquirir autoridad moral ante más y más gente, trabajar los medios de comunicación, conseguir la adhesión de los tibios y la simpatía de la opinión pública internacional, que acabará por darles la razón.

Gene Sharp fue un filósofo estadounidense, que acuñó el término «Jiu-Jitsu político», consistente en la reducción del poder, autoridad y legitimidad de tu oponente cuando este reprime violentamente a una resistencia no violenta que se mantiene a pesar de la opresión y se le atribuye la autoría de la estrategia detrás del derrocamiento del gobierno egipcio, entre otras muchas. Sus libros y escritos se resumen en una lista de 198 «armas no violentas», las que van desde el uso de colores y símbolos hasta funerales simulados y boicots, diseñadas para ser el equivalente directo de las armas militares. Gene Sharp describió en 5 pasos lo que llamó «el golpe de estado suave» para derrocar gobiernos, en el que la primera etapa consiste en llevar a cabo acciones para generar y promocionar un clima de malestar como la realización de «denuncias de corrupción y la promoción de intrigas». Paralelamente se va preparando el terreno para una intervención militar, mientras se desarrolla una guerra civil prolongada y se logra el aislamiento internacional del país.

La alianza populista del partido de Pablo Iglesias con los nacionalismos radicales instalados en la falsa centralidad, con el apoyo explícito de medios de comunicación bajo el control y dirección de personajes salidos de las cloacas de TV3, como Jaume Roures, produce un relato convincente y excluyente hacia los disidentes, a los que se les califica de «ultras». La tormenta perfecta para el golpe de estado que diseñó Gene Sharp ya está aquí.