Opinión
Hispano-Suiza
La empresa automovilística «Hispano-Suiza» produjo los más veloces, elegantes y prestigiosos automóviles de la época. Nació en 1904 al hacerse cargo de los activos del gallego José María Castro y a su vez como continuación de la Compañía General de Coches Automóviles creada en 1899 por el militar valenciano Emilio de la Cuadra. La empresa fabricó el que se puede considerar el mejor automóvil de su tiempo, el H6, ya que su avanzada tecnología fue la base de la llegada de los automóviles modernos que tenemos en la actualidad y la envidia de las grandes marcas del momento. Los años 20 y 30 fueron los de máximos esplendor de la marca, saliendo maravillas mecánicas que se convirtieron en el rival directo del Rolls Royce. Dos fueron las personas claves en esta aventura empresarial, Paco Abadal y Damià Mateu.
Paco Abadal, Francisco Serramalera Abadal, nació en Manresa en 1875, en la capital de la Catalunya interior, lo que Marta Ferrusola llama la «Catalunya catalana». Ciclista profesional y campeón de Cataluña de velocidad, motorista, piloto de coches y empresario que puso en marcha el primer establecimiento dedicado a la venta, mantenimiento y reparación de automóviles, motocicletas y bicicletas, conocido como «Auto Garaje central». En 1912 creó la marca de automóviles «Abadal y Cía», que posteriormente sería «Abadal-Buick» y en 1927 edificó en la Avenida Diagonal el palacete clasicista Abadal, que convirtió en su residencia, obra del arquitecto noucentista Adolf Florensa. En julio de 1936 huyó de España para evitar ser asesinado por los secuaces de Companys. Durante el exilio, el palacete fue expropiado por ERC y sirvió de residencia y sede del gobierno vasco en su exilio barcelonés. De regreso a la ciudad condal, Paco Abadal, cedió el palacio para ser la residencia del dictador Franco en su visita a Barcelona.
El otro personaje fue Damià Mateu i Bisa, natural también de la Catalunya profunda, Llinars del Vallés, empresario y padre de Miquel Mateu i Pla, el «Mateu dels ferros» quien fuera el alcalde de la Barcelona franquista entre 1939 y 1945. Damià fundó en 1904, junto a Francesc Seix y Marc Birkigt, la marca de automóviles Hispano-Suiza, y fue vicepresidente del Banco Urquijo Catalán, una empresa en la que también había participado activamente en su creación, además de tomar parte en la creación de Fuerzas Hidroeléctricas de Andorra, S.A. Mateu fue asimismo consejero de la sociedad La Maquinista Terrestre y Marítima, dirigente monárquico, fundador de la «Federación Monárquica Autonomista», y amigo personal del rey Alfonso XIII. Concluida la guerra la producción de la «Hispano-Suiza» estaba paralizada y la marca destinada a morir a pesar de los numerosos intentos por resucitarla.
El gobierno español empezó una serie de acciones con el fin de reflotarla, ENASA (Empresa Nacional de Autocamiones S.A.) se encargaría de ésta y empezó a fabricar camiones con su nombre. Sin embargo, más adelante, la orientación se cambió a la construcción de los prototipos deportivos que ya llevaban otro nombre... Pegaso. Eso ya es otra historia.
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