Opinión
Algo ha cambiado en Cataluña
La principal línea divisoria de la humanidad viene trazada por el dilema de la botella. Se divide entre quienes perciben que la botella está medio llena y quienes la ven medio vacía. Es un enigma comprender por qué los pesimistas superan ampliamente a los optimistas, por qué tendemos a fijarnos en los aspectos sombríos de la realidad. Algo parecido sucede en Cataluña. Tendemos a resaltar la decadencia cívica y económica que ha provocado el procés, pero olvidamos que, a su estela, Cataluña ha vivido un histórico proceso de liberación interior, una eclosión de energías ciudadanas y culturales que durante decenios habían estado recluidas. El pujolismo había logrado esconder la pluralidad de Cataluña bajo el manto de un falso unanismo. El nacionalismo había impregnado todos los ámbitos de la vida colectiva y había extendido una férrea espiral del silencio. Pero algo ha cambiado en Cataluña. Al final la sociedad ha dicho basta. El nefasto procés ha provocado una imparable primavera constitucionalista. Los partidarios de la unidad y la fraternidad tienen más escaños que nunca en el Parlamento autonómico. En pocos años se han multiplicado las asociaciones que han decidido defender con libertad y valentía una Cataluña abierta. Entre ellas destaca Societat Civil Catalana, entidad constitucionalista transversal que me honro en presidir desde hace unos días por decisión de sus socios.
Las cosas están cambiando en nuestra tierra. Tuvimos un ejemplo este pasado martes en Barcelona, donde se presentó la obra de teatro «Looking for Europe», dirigida por Bernard-Henri Levy. Preocupado por el aumento de los nacionalismos y populismos en toda Europa, el intelectual francés ha decidido actuar. Y así, este icono casi mítico del liberalismo progresista ha empezado una gira por toda Europa para representar esta obra inteligente, incisiva y divertida. Llega a España de la mano de Societat Civil Catalana, y con el acompañamiento extraordinario de Albert Boadella, que volverá a subir a un escenario en Barcelona después de 15 años de exilio. Boadella vuelve a su tierra para plantar cara a la cerrazón nacionalista. En este momento nebuloso, necesitamos pensamiento crítico y sentido del humor. Es lo que nos ofrecerán, a finales de marzo, este tándem irrepetible en funciones únicas en Barcelona, Madrid y Valencia. Les animo a ir al teatro y a disfrutar de la libertad.
Ha sido extraordinario escuchar a uno de los principales intelectuales europeos clamar, en el corazón de Barcelona, por la suma de identidades, por la convivencia y por la democracia liberal.
Societat Civil Catalana empieza una nueva etapa. Estamos dando la vuelta a la hegemonía del nacionalismo. Estamos dibujando una Cataluña alternativa. Lo hacemos de la mano de los mejores. Y necesitamos la ayuda de todos.
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