Opinión

Cree en ti, que yo te seguiré

Como coach me encanta analizar el metalenguaje corporal y verbal de mis congéneres, pues cuenta lo que alberga su inconsciente. Aprovecho el momento «debate» para analizar a los cuatro políticos a través de los comentarios en las redes sociales: «Comunicación es la respuesta que recibimos». Por consiguiente, si no nos gusta, debemos cambiar el mensaje. ¿Quién de los cuatro cree en sí mismo? Los seres humanos transmitimos mucho más de lo que creemos. Alguien con buen nivel de autoestima (no confundir con prepotencia) habla, calla, omite; esto es, exhibe un metalenguaje muy diferente a cuando no lo ostenta, o lo intenta sin haberlo conseguido aún. Los comentarios que leí, y fueron muchos, hablaban más del «ausente» que de los presentes. De estos últimos, los más negativos se referían al todavía presidente (¿en breve «ex»?).

¿Significa esto que él no cree en sí mismo? Aciertan. No transmite seguridad, ni honestidad, ni claridad, ni coherencia. Tiene un tono de voz propio de la persona que está a la defensiva al carecer de fortaleza psicológica. Su lenguaje corporal denota que se esconde detrás de la «personalidad de supervivencia» (persona o máscara) «aquí estoy yo» –prepotencia disfrazada de liderazgo–. En cuanto a Iglesias, metamensaje de agarrarse a un ejemplar de la Constitución: no tenía nada más a lo que aferrarse. Rivera quiso ser original con el «silencio» –de haber sido su coach, no se lo hubiera aconsejado (los memes me dan la razón)–. Casado un «diamante» en el envase equivocado (otro día les cuento más).