Opinión

El sablazo

Hay que reconocer que más rápido, imposible. Ya está aquí el sablazo. El Gobierno ha anunciado en Bruselas que elevará la recaudación de impuestos del 35 al 37 por 100 del PIB y que hará acopio de 26.000 millones de euros. No se puede decir que no lo haya anunciado. Los «viernes sociales» no estaban presupuestados y hay que pagarlos. Será a costa de las empresas, que pagarán más impuestos, de los trabajadores con altos ingresos, de la tasa Tobyn y Google, del impuesto ecológico o la tasa al diésel. Esto es, a costa de una disminución del consumo y una menor inversión.

Y la cuadratura del círculo, a pesar de ello, no saldrá. El déficit es un problema grave y la Unión Europea reclama el cumplimiento de los compromisos. Si no lo hacemos, entraremos en un nuevo procedimiento de vigilancia. Así que habrá que contener el gasto público. El Gobierno confía en una elevación de los recursos gracias a los nuevos tributantes que trae la subida del salario mínimo, pero la perspectiva es más bien de más paro, como ya se ha visto en la última Epa.

En fin, está visto que el círculo de voto en las democracias (no sólo en España) consiste en que, tras un desastre económico, llegue la derecha al poder para arreglar los estragos. Como ello exige sacrificios, lo paga después en las urnas. Viene la izquierda entonces y derrocha en nombre del bienestar social y provoca un nuevo problema económico. Y vuelta a empezar.