Cuando era Pedro...

Con estas rondas de contacto que ha iniciado el presidente en funciones, de entrada, se viene a demostrar que Pedro Sánchez sigue actuando a golpe de demoscopia, a golpe de efectos de cara a la opinión pública, En cierto modo, como si no se hubieran celebrado las últimas elecciones. La ronda es prematura porque no se trata de negociar apoyos para una investidura. Ni mucho menos. Solo se trata de que Sánchez tenga más relevancia institucional y mediática de cara a las municipales, autonómicas y europeas. Es evidente que siempre hay que acudir cuando te llama el presidente del Gobierno a La Moncloa porque te puede llamar para consultarte cualquier cosa.

En este caso, es un presidente en funciones por lo que podía haberlo hecho, por ejemplo, desde el Congreso de los Diputados. Hay que recordar que el propio Pedro Sánchez le dijo que no a Mariano Rajoy cuando después de las últimas generales le llamó para una reunión en La Moncloa. Dijo que no tenía nada de qué hablar y no acudió. La ronda se celebra a muy pocos días de unas elecciones territoriales, por lo tanto hay mucho de política electoral en esta ronda, que en todo caso a quien le corresponde hacerla es al Rey. Es el Monarca el que debe llamar a los partidos y consultarles para luego decidir a quién propone para que forme Gobierno.

Tampoco se entiende que Sánchez no incluya en estos contactos a Vox. No se va a entender cuando se llame en otras rondas a partidos de corte independentista, que pueden ir como ya hizo Torra con el lazo amarillo en la solapa. Sánchez está tomando la temperatura de lo que puede ser su deseada geometría variable, que es gobernar solo con apoyos puntuales.