Opinión

Hombre de verdad

Los hombres de verdad no son esos tipos duros que no lloran. Ni los que andan todo el día obsesionados con el sexo, hablan mal, escupen o se ríen de las bromas de tetas. Esa es la caricatura de los hombres. Los tipos que se han quedado anclados en el machismo. Los que producen vergüenza. Los que dan asco y miedo. Y por suerte no son todos. Solo algunos. Probablemente, los que «no somos capaces de tener un vídeo así y no enseñarlo». Esas desafortunadas palabras de Francisco Rivera (no creo que tú seas así, Fran) y su llamamiento a mujeres y niñas a no fotografiarse o grabarse porque no hay hombre capaz de no mostrarlo, llegan tras el triste suicidio de la trabajadora de Iveco. Un vídeo sexual con su amante, grabado por ella misma años atrás, que se distribuyó por WhatsApp entre sus compañeros. Ella no pudo soportarlo.

Más allá de que la legislación debería ser tan contundente como para impedir que la intimidad pudiera ser vulnerada de esta manera y para que cuantos contribuyeran a utilizarla contra una persona acabaran en la cárcel, asusta pensar que haya hombres que concuerden con el comentario del torero. Hombres que no son hombres, sino mierdas. Tipos capaces de justificar sus actuaciones delictivas con la testosterona. Varones que instan a las mujeres a tener cuidado, porque ellos no son dignos de su confianza y pueden traicionarla en cualquier momento. ¿En tan baja estima tiene Fran Rivera a los de su género? Tengo marido y tres hijos. Y amigos. Y compañeros. Y por suerte no responden a ese retrato. Hay otros hombres capaces de muchas cosas. Entre otras, de ser hombres de verdad.