Opinión

El precio de la investidura

Aunque los protagonistas son los ayuntamientos y algunos parlamentos, las conversaciones mollares son las que se van a producir desde hoy cara a la investidura «sí o sí» de Sánchez. Como era de esperar, PP, Cs y Vox se limitarán a abanicarse mientras el PSOE suda la gota gorda para convencer a Iglesias – que no a Podemos, del que ya no quedan ni las raspas– de que el hipotético acuerdo no contempla la cesión de carteras. Hasta ahí, pase. Lo malo llegará cuando los partidos minoritarios, los que miran por su ombligo, empiecen a pedir que se saque la cartera de todos los españoles para llevarse tajada. Es aquí cuando el sistema de pactos se subvierte de una manera indecente. Se pueden entender los acuerdos programáticos, los intercambios en determinadas políticas en las que puede haber divergencias. Lo que no es de recibo es que para conseguir apoyos se eche mano del dinero de todos los españoles para comprar apoyos. PP y PSOE han tirado de chequera para mercadear con quienes no tienen pudor al poner precio a sus votos, léase nacionalismo catalán, vasco y canario. Es aquí cuando ideología, principios y programas se convierten en papel mojado frente a la pasta, una vergüenza que volveremos a ver y a pagar todos.