Opinión

Imanes

La televisión pública de Ceuta ha emitido un discursito de un imán de Melilla que, por lo visto, dice ser un estudioso del Corán. El caballero se llama Malik Ibn Benaisa y fue a la ciudad vecina a la suya para pronunciar cuatro conferencias en cuatro mezquitas. Resultado: cuatro vomitonas. «Cualquier mujer que se perfume y salga de su casa paseándose por delante de los hombres que huelen su perfume es una fornicadora». Claro, la verdad es que en ese momento lo único que puedes hacer es ponerte una plancha caliente en un muslo a ver si se te pasa la rabia y lamentar el destino y la realidad de millones de mujeres que tienen que vivir con gente como este orate, como ese cenutrio, como este homínido peligroso que nos ocupa. Cuando ya estás dando vivas al cielo por haber nacido donde has nacido y en la época que te ha tocado, te asomas a las redes sociales y lo que te encuentras es lo siguiente: «Y ante esto, ¿no vais a decir nada las feministas? ¿Os vais a callar como siempre al tratarse de un musulmán?». La verdad es que es muy cansino esto de tener que seguir discutiendo por el mecanismo de una tiza, pero vamos a decirles a los hombres que nos interpelan que nos da igual de asco que cualquier otro acto machista. Que quede clarísimo que nos repugna, que nos indigna, que nos pone de muy mala leche. Que quede claro, ¿eh?, no vaya a ser que se nos pase decirlo y nos lo apunten. Hay un mantra establecido sobre el feminismo que defienden estos valientes de las redes sociales que se esconden detrás del avatar de un puro y es que las feministas somos nazis, estamos mal fornicadas, odiamos a los hombres, estamos dispuestas a mentir para joderles y que hacemos distingos entre las ofensas machistas dependiendo de donde vengan. Los primos hermanos del imán.