Opinión

Eructo

Y, de nuevo, el eructo. En Otura, Granada, la reina de las fiestas es una chica marroquí. Una chica que tiene, por cierto, nacionalidad española. Si tiene nacionalidad española es, lógicamente, española, pero es que, aunque no lo fuera y llevara viviendo un tiempo en Otura, estará empadronada en Otura y conocerá de sobra Otura, Granada. Bien. No hace falta adivinar mucho, ni ponerse a pensar mucho rato para saber quiénes, qué partido, nunca jamás iban a desaprovechar la ocasión para sacar la lengua a paseo. Efectivamente, amiguitos, ha sido Vox. Vox, que ha tenido que pedir disculpas después por el comentario vertido sobre la muchacha. Una especie de «además de ser forastera, es que no es ni guapa». No se dónde han hecho el casting de malvados, de villanos, de antihéroes en Vox pero les ha quedado la cosa niquelada, la verdad.

Nunca defraudan, siempre están ahí, con el chafarrinón latente. En cualquier caso, la medalla de oro esta semana, el empleado del mes, sigue siendo Javier Ortega-Smith (portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid y socio de gobierno con el PP) que se llevó a los suyos a protestar contra todas las violencias de género el día en el que se protestaba, el día en el que se homenajeaba, de manera humilde, a otra mujer asesinada. Sacar la lengua a paseo ese día en vez de optar por metértela en un bolsillo (o en cualquier otra zona con rodal) es propio, no ya sólo de los machistas montaraces, sino de las malas personas.

De las personas que son incapaces de sentir algo en empatía con el sufrimiento de alguien cuyo cadáver estaba aún caliente. Debe ser que le gusta a Ortega-Smith lo del papel de villano de cómic porque, de lo contrario, lo suyo únicamente se puede entender en las facultades de psicología. Parece mentira a estas alturas. Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. Pues eso.