Opinión

John Henry Newman

John Henry Newman (1801-1892) estudió en Oxford. Fue nombrado «fellow» en Oriel College y vicario de la Iglesia anglicana, defendiendo en los «Tracts for the Times» opiniones cercanas a las de la Iglesia de Roma. En el «Tract 90» (Tratado 90) puso de manifiesto su completa conformidad con ella. En 1845 fue bautizado, ordenado sacerdote católico dos años más tarde y nombrado cardenal por el Pontífice León XIII en 1879, iniciando la promoción y desarrollo de unos «modos de acción mental», como formas de aprehensión: «Actos de asentimiento por la mente de la persona», «asentimiento de la persona», que es aquello que la intimidad del sujeto convierte en identidad y, en consecuencia, realidad, asumiendo la verdad interior total y definitiva con el asentimiento de sí mismo. Lo cual lo recoge Newman en lo que él mismo denominó «Movimiento de Oxford». Se trata de una asociación de renovación católica, impulsada por el sujeto: el mismo Newman. Los «Tracts for the Times», y muy especialmente el «Tract 90», señalaron la conversión de Newman y Pusey y representaron la culminación del movimiento ascensional, al que se unieron pensadores como William George Ward (1812-1882), que en sus obras defendió las tesis centrales del catolicismo oxoniense, referido al grupo filosófico de Oxford, sobre el cual, de modo particular, influyó Bertrand Russell. Este es el «espíritu de Oxford», consistente en un modo de pensar característico, mezcla de «academicismo» y «conversacionalismo».

Newman, que estudió en Oxford, fue nombrado profesor del Oriel College y vicario de la Iglesia anglicana, defendiendo en los «Tracts for the Times» opiniones cercanas a la Iglesia católica de Roma. En el «Track 90» puso de manifiesto la completa conformidad con ella: su conversión al catolicismo en 1845; su ordenación como sacerdote católico dos años después y la celebración de su primera misa al año siguiente; finalmente, fue nombrado cardenal de la Iglesia Católica por el papa León XIII, y como tal promovió esos «modos de acción mental» que son formas de aprehensión: actos de asentimiento efectuados por la mente de la persona; aquello, en fin, que la intimidad de la persona identifica y hace realidad. Newman ha dado razón a cada una de todas las formas de asentimiento, todos los modos bajo los cuales puede ser entendido el «asentimiento nocional»: voluntad y emoción que cooperan, de manera que la respuesta a lo dado puede ser completa. De este modo se aproxima Newman a la objetividad de la verdad. En particular, a la verdad religiosa.

En el plano personal e individual es fundamental la obra «An essay on the Development of Christian Doctrine» (1845), reeditada en 1989. Y es importante, en 1864, la «Apologia pro vita sua», así como la bibliografía citada por J. Ferrater Mora en el «Diccionario de filosofía» editado por Ariel (tomo III).

Entendido el pensamiento religioso en el orden de la teoría histórica como primera «estructura histórica», es decir, enlace formativo de fuerzas de cohesión e integración y, al mismo tiempo, ejes antropológico-psicológicos en acción creadora de estructuras prioritarias de funciones promotoras de unión en las instituciones del mundo historiográfico institucional en el tiempo y, simultáneamente, de las estructuras «religiosa», «política», «económica», «social», «cultural» y de «pensamiento» de cada uno de los momentos históricos replanteados por el pensamiento historiológico del historiador J.G.A. Pocock en torno a la tradición republicana atlántica. El pensamiento historiográfico de Vicens Vives incide en la importancia del Movimiento de Oxford, expresando cómo el movimiento y la persona de Newman «resuelven en síntesis suprema la apologética católica con la nueva y fecunda ciencia de los objetos, ofreciendo el ejemplo del heroico con luchador contra el ambiente de su tiempo secular evangélico». De este modo, Newman se aproximó a la objetividad de la verdad, muy particularmente a la verdad religiosa.