La crisis de valores mantenida durante todo el siglo XX origina dos fenómenos intelectuales: uno, de anarquía mental y orden social, que consiste en el rechazo de la Historia por anacrónica, caduca y retórica, culminando en el anuncio inexorable de su final; el otro, mucho más grave y escasamente inteligible, su integración en el campo caótico de las ideologías de...
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