Opinión

Vergonzoso impeachment

Los congresistas demócratas han presentado un documento titulado «Bases constitucionales para el impeachment presidencial». Tras leerlo exhaustivamente, me embarga la vergüenza ajena. El texto presenta angustiosas carencias jurídicas y fácticas para impulsar el impeachment. No sorprende que, en la página 32, se refiera a que «muchos funcionarios fueron destituidos por acciones erróneas no criminales contra el sistema británico de gobierno» y luego mencione «al duque de Buckingham (1626), al conde de Strafford (1640), al lord alcalde de Londres (1642), al conde de Orford y al gobernador General Warren Hastings (1787)». En otras palabras, los demócratas pretenden destituir a un presidente sin que haya realizado acción ilegal alguna simplemente sobre la base de la destitución de unos funcionarios ingleses de los siglos XVII y XVIII. Después sostiene que «el Congreso nunca, en ninguna investigación o procedimiento de impeachment, ha adoptado una definición de “graves crímenes y delitos” o un catálogo de ofensas que son dignas de impeachment». En otras palabras, queremos precipitar el impeachment de Trump sin base legal alguna. El colmo es cuando el documento, empeñado en presentar a Trump como a un monarca, relata que Luis XVI de Francia quiso regalar a Benjamin Franklyn una caja de rapé con 408 diamantes lo que llevó al Congreso a adoptar «la cláusula de emolumentos extranjeros que prohíbe a los presidentes y a otros funcionarios federales aceptar cualquier presente, emolumento, oficio o título de cualquier caso de cualquier rey, príncipe o estado extranjero sin el consentimiento del Congreso». Divertida incluso resulta la referencia al abogado William Rawle que, en 1829, escribió que el impeachment debía reservarse a quienes puedan «producir los desastres más serios». Es cierto que si Trump es reelegido en 2020 los demócratas sufrirán un desastre histórico, pero no parece que eso fuera lo que deseaba expresar Rawle. Para colmo, en paralelo a la presentación del documento y sin que la mayoría de los medios se haya hecho eco, la madre del hijo de Tab Biden, el hijo de Joe Biden, ha exigido públicamente que aquel revele el dinero que recibía de una empresa china y de Burisma, la compañía ucraniana investigada por corrupción ya que, como es sabido por propia confesión de Joe Biden, éste retuvo ayuda destinada a Ucrania hasta que fue destituido el fiscal ucraniano que investigaba la compañía en que trabajaba su hijo Tab. Lo dicho. Estudiar el documento demócrata provoca profunda vergüenza ajena.