Opinión

«Menos Madrid»

No deja de ser paradójico que un partido, Más Madrid, que ganó las últimas  elecciones municipales en el Ayuntamiento de la capital, se haya quedado reducido a un grupo en la oposición, donde sus cuitas internas y las ambiciones personales de algunos de sus líderes, le restan eficacia e influencia a la hora de plantar cara al gobierno Almeida-Villacís.

El asunto más importante que se debate cada año en un ayuntamiento, es siempre el mismo: el de los presupuestos. En el celebrado la pasada semana, la oposición de izquierdas, tenía posibilidades de poner contra las cuerdas las cuentas del gobierno municipal. Pero miren por dónde, una falta de previsión, de cálculo o de atención, hizo que Mas Madrid quedara reducido a «Menos» Madrid, a la hora de decidir sobre los presupuestos. Y ocurrió lo que a nadie se le ocurre que pueda pasar en políticos de larga experiencia: que la edil que debería sustituir a la que había renunciado a su escaño, no estaba habilitada para recoger su acta de concejala. En las pasadas elecciones generales, el partido de Iñigo Errejón quiso dar un paso hacia adelante en su carrera personal por alcanzar en votos a su antiguo compañero de Podemos, Pablo Iglesias. Y el errejonismo creó su propio partido: Más País. No se cumplieron del todo las previsiones, pero obtuvieron escaños en el Congreso de los Diputados. Y ahí comenzó el ansia por saltar de la madriguera local, a la política de altos vuelos. Errejón dejó su escaño en la Comunidad de Madrid, para trasladar su proyecto personal a la Carrera de San Jerónimo. El Parlamento regional había sido su lanzadera. En el Ayuntamiento de Madrid, la portavoz del grupo, Marta Higueras, también obtuvo escaño nacional, pero prefirió quedarse liderando el grupo municipal, a la espera de tiempos mejores para su proyecto personal. Y su escaño de diputada, fue  a parar a la veterana concejala madrileña, Inés Sabanés. No se lo pensó ni un momento, ni aguardó el tiempo necesario para largarse; tenía prisa por cruzar Cibeles, llegar a Neptuno y encarar el camino que lleva al Palacio de las Cortes. El viernes anterior a la celebración del pleno municipal de presupuestos, dejaba su acta de concejala, sin tiempo material para la realización de los trámites de sucesión de su sustituta. Y así llegó Más Madrid al debate presupuestario, sin capacidad para vetar las cuentas del gobierno de centro-derecha. Hay quien dice que ese ansia por llegar más pronto y más lejos, puede convertir al partido de Errejón en lo que pudo haber sido y no fue: ¿Quedarse en «Menos» Madrid, a cambio de Más País?