Opinión

¿No habrá ni uno?

Hay un silencio ominoso en las filas del PSOE. Ni un solo diputado se atreve a alzar la voz contra el acuerdo de investidura con Podemos y ERC. Emiliano García Page ha emitido un comunicado desde la Presidencia de Castilla-La Mancha; le honra, pero también es cierto que no tiene que votar en el Parlamento.
¿De verdad nadie, ninguno de los parlamentarios va a ponerse de pie y negar su apoyo a cosa tan ignominiosa como la que parece va a ocurrir? ¿Ninguno tendrá el coraje de romper la disciplina?
Es inaudito que los militantes del Partido Socialista Obrero Español no estén manifestándose contra un Pedro Sánchez que les prometió que, ni con Pablo Iglesias, ni con los secesionistas iba a ningún lado. Los pactos con Podemos implican paro, ataques a la religión (cuántos socialistas cristianos), eutanasia y modificación del acceso a la carrera judicial. Los tratos con Esquerra orillan la Constitución, imponen una ridícula «bilateralidad», anteponen a Cataluña sobre el resto de las autonomías y conculcan la soberanía nacional. ¿Cómo va a votar la ciudadanía catalana lo que concierne a todos? En la mesa de negociación están, por ejemplo, la hacienda autonómica o las embajadas en el extranjero, que tanto costó frenar con el 155.
¿De verdad ni uno de los parlamentarios va a ser un hombre libre? ¿Ni uno valorará más su coherencia personal que su sueldo o su jubilación? En estos días tristes no es la política lo que queda en entredicho, sino la decencia.