Opinión

El año de la incertidumbre

Se abre ante nosotros los españoles, un año 2020 lleno de incertidumbres domesticas e internacionales. Entre las primeras destacan las procedentes de un gobierno de coalición minoritario de socialistas y neo comunistas con un respaldo circunstancial de independentistas y aprovechados. En un momento en que la situación internacional es muy fluida –y por lo tanto ofrece posibilidades a aquellas naciones que cuenten con gobiernos cohesionados y decididos– me controlaré para no comentar nada sobre tan preocupante perspectiva. Me duele pensar en manos de quien estamos; pero me limitare hoy y aquí a tratar de explorar lo que el 2020 nos pueda traer en el ámbito internacional.

Al comienzo del año 2020 la incertidumbre es el rasgo predominante de la escena internacional. Desde nuestro particular punto de vista –como españoles y por lo tanto europeos– las inmigraciones masivas incontroladas, la manipulación informativa permitida por las nuevas tecnologías, la creciente concienciación de que la riqueza actual está cada vez peor repartida, el evidente cambio climático, la revolución sexual, la especulación bursátil –por citar solo alguno de los factores negativos más influyentes– están teniendo un decisivo impacto en nuestra convivencia y alterando nuestras creencias y valores ¿Qué hacer pues bajo la presión de fuerzas exteriores desconocidas que caerán sobre nosotros el próximo año? ¿Cómo podremos tratar de vislumbrar el futuro inmediato que nos espera? Ante una avalancha de datos, el procedimiento que siempre he tratado de seguir es centrarme, solamente, en unos pocos eventos significativos y confiar en que los otros no se conviertan en decisivos. No es un método perfecto pero sirve para no quedar inmovilizado por saturación. Los tres acontecimientos que les propongo considerar como más relevantes para el próximo año son: la reelección o no del Sr. Trump, la guerra comercial entre los EEUU y China y el Brexit. Naturalmente todo ello desde nuestro punto de vista como españoles y refiriéndonos únicamente al ámbito internacional.

Parto de la base que el Senado –con mayoría del partido republicano– absolverá al Presidente Trump en el actual procesamiento político a que está siendo sometido por los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso. Pero los evidentes desmanes que el Sr. Trump ha cometido –y los que previsiblemente cometerá durante el año 2020– quedaran al descubierto y probados en el transcurso del juicio por «impeachment». Existe una clara división en el seno de la opinión pública norteamericana que se ha solidificado sobre aceptar o no a Trump y sus métodos. Pero esta división va más allá del personaje y se centra en el lugar que los EEUU ocupa –o debería ocupar– en el centro del mundo globalizado que paradójicamente ellos han ayudado a construir. Este desacuerdo sobre liderar o retirarse relativamente de la esfera internacional va a perdurar después incluso de que Trump se desvanezca. Pero en el año próximo va a ser el origen de grandes polémicas en Norteamérica y en todo el mundo. Y eso que Trump está demostrando una inconsistencia básica en Irán, Irak, Siria y Corea del Norte que nadie puede imaginar cómo va a evolucionar. Aunque suele buscar preferentemente acuerdos ventajosos a corto plazo sin entrar en nuevos conflictos, la posibilidad de un caos con Trump nunca está lejos. Todo esto se va a dirimir en las elecciones del 3.11.2020.

La guerra comercial con China está utilizando los aranceles como arma ofensiva y desatando un conflicto que tambien sobrevivirá a los Presidentes Trump y Xi Jinping. Pone en peligro el comercio internacional tal como lo veníamos entendiendo en la globalización y por lo tanto nos afecta a todos nosotros por mucho que intentemos no vernos arrastrados por la disputa. Esta viene acompañada, además, por un enfrentamiento tecnológico sobre la capacidad de establecer estándares mundiales, lo que hasta ahora había sido una exclusiva norteamericana. El área de los derechos humanos –minoría chino-turca uigur, Hong Kong, Taiwán– no ha sido explotada por la administración Trump posiblemente por motivos ideológicos de su propio Presidente; por que no cree en ellos realmente. Democracia contra autoritarismo. Pero estos argumentos siempre estarán disponibles si el enfrentamiento chino norteamericano se recrudece.

El Brexit es ya un hecho consumado pero la negociación del acuerdo que palíe sus efectos negativos en el comercio entre europeos y británicos se presenta como un proceso muy difícil. El núcleo fundacional básico de la Unión Europea (UE) es el comercio. Los factores geopolíticos y militares son secundarios para la Unión. Por lo tanto el Brexit no puede convertirse en un éxito comercial para los británicos si es que queremos que la UE perdure. El Sr. Johnson tambien se juega su futuro político con todo esto; pero es una persona contra todo un Continente. Tendremos que empezar a acostumbrarnos a ver al Reino Unido como un rival comercial. En realidad siempre lo ha sido geopolítico.

Sobre el año que ahora comienza se ciernen pues bastantes riesgos que lo van a hacer incierto, peligroso y complejo. Les propongo seguir prioritariamente estos tres factores que he tratado vertiginosamente de cubrir: Trump, China y el Brexit. Aunque lo que puede salir mal ¿guerra con Irán, por ejemplo? es mucho más. Y tambien comprender que las causas profundas que se encuentran en el origen de estos tres fenómenos principales van más allá de sus protagonistas actuales. Que perduraran después de que ellos desaparezcan. Pero en fin, solo es el 2020, de lo que debemos preocuparnos de superar. Intentemos no abrumarnos demasiado. Bastante tenemos con lo de casa.