Opinión
Ferran Sor
Josep Macari Ferran Sorts i Muntades, conocido como «Ferran Sors», nació en Barcelona en 1778, en el seno de una familia acomodada. Militar y patriota, guitarrista y compositor; estudió música en la escolanía del monasterio de Montserrat, especializándose en guitarra, y apenas adolescente ingresó en la academia de oficiales del Ejército, siguiendo la larga tradición militar de sus ancestros. Con diecisiete años se alistó como subteniente a las órdenes del Mariscal Joan Miquel de Vives, en el ejército de Villafranca para luchar contra los franceses durante la Guerra de la Convención. En 1801 se trasladó a Madrid, e ingresó en la Real Capilla, donde estuvo trabajando como compositor y perfeccionando sus conocimientos de guitarra bajo el amparo de la Duquesa de Alba. El 2 de mayo de 1808 participó en el levantamiento popular en Madrid, como capitán del regimiento de voluntarios de Córdoba. En esta etapa compuso el llamado «Himno de la Victoria», canción que entonaron las tropas del general Castaños, al hacer su triunfal entrada en la capital de España tras la victoria de Bailén, y que pronto sería cantado por todo el país: «Venid, vencedores, de la Patria honor, recibid el premio de tanto valor». Sin embargo, y ante el empuje de los franceses, se trasladó con su regimiento a Sevilla, donde se había establecido la Junta Central, y compuso otro popular himno, «Los defensores de la Patria»: «Vivir en cadenas, ¡Cuán triste vivir!, Morir por la Patria, ¡Qué bello morir!». En esta etapa, compuso decenas de obras para la guitarra y una serie de «Seguidillas». De ideología liberal y ante la derrota de las armas españolas, prestó juramento a José Bonaparte y trabajó, en Jerez, para la administración napoleónica, dónde compuso «A dónde vas, Fernando incauto», una justificación de su doble sentimiento de patriota español y partidario de las ideas de la Revolución Francesa: «A dónde vas, Fernando incauto, no salgas de tu nación, mira que un pueblo que te adora sabe quién es Napoleón». Con la salida de los franceses en 1813 se ve obligado a emigrar a Francia, dónde el musicólogo francés Fétis lo calificaría como el «Beethoven de la guitarra». Esposado con la bailarina francesa Félicité Virginie Hullin, formaron una célebre pareja, compuso los reconocidos temas «Alphonse et Léonore» y «Cendrillon», con un gran éxito de público y crítica, triunfaron en el teatro «Bolshoi» de Rusia. Separado del amor de su vida, y con una profunda depresión, se estableció en París en 1828. Arruinado, siguió componiendo y en 1830 editó una obra didáctica y de referencia en la actualidad, titulada el «Método para guitarra». Su último concierto se celebró en 1836 y falleció el 10 de julio de 1839, siendo enterrado en el cementerio de Montmartre, sin haber regresado a su patria. Sus sinfonías, óperas y ballets, han caído en el olvido, su tumba abandonada no recibe flores, pero su composición patriótica de 1812, no debe caer en el olvido «Oh Dios inmenso, que, leyendo en el humano corazón, ves cuáles son mis sentimientos y mis deseos cuáles son, une los votos españoles, cese la fiera disensión; vivamos todos como hermanos, que así prospera una nación». Sor, el compositor para guitarra más importante del siglo XIX, era un patriota catalán, que se sentía profundamente español.
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