Opinión

8M, por qué no voy

Porque han conseguido dividirnos. Lo que parecía imposible, que una mujer no se manifestase por las mujeres, ha ocurrido. ¿La causa? La ideologización de una reivindicación tan simple y hermosa como la igualdad.

  1. Porque el 8 M es ahora de Irene Montero, el Ministerio de Igualdad y los movimientos afines.
  2. Porque feministas históricas, como Amelia Valcárcel o Lidia Falcón no van. Denuncian que el relativismo y la ideología de género amenazan con acabar con el feminismo y su lucha. Somos mujeres, no unicornios de la teoría «queer». Los hombres y las mujeres son hechos biológicos, no cuestionables. En palabras de Alicia Miyares: «La feministas no aceptaremos que se reconozca la identidad de género». El transgenerismo pretende acabar con el feminismo.
  3. Porque la prostitución no es un trabajo legal, es una vejación. Y, sin embargo, vemos supuestas jornadas feministas en universidades como La Coruña a favor del «trabajo sexual».
  4. Porque no somos vasijas. La gestación subrogada convierte a las mujeres en incubadoras a demanda, al servicio del dinero, y a los hijos en producto preciado. En cambio, la RTVE de Rosa María Mateo trabaja a favor de la subrogación y censura a los profesionales que se oponen, como la periodista Montserrat Boix, represaliada.
  5. Finalmente, si se me permite, no voy por prudencia. Se está intentando contener un virus ¿alguien me puede explicar cómo un Gobierno puede alentar a la masificación de las calles en esta circunstancia? Sólo la manipulación interesada de una causa intemporal puede explicar un comportamiento tan irresponsable.