El médico llegaba al pueblo a caballo. El de mi infancia se llamaba don Manuel, un hombre enérgico que, con su poderoso caballo, solía parar en nuestra casa. Sucedió en la posguerra a don Higinio, menos adicto al régimen, que fue el que ayudó a que yo viniera al mundo. Por lo visto, no fue fácil. Ocurrió a la luz...
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¿De qué material están hechos esos mayores a los que tanto debemos y hoy son en centro de las desgracias?- Bendita gente, que Dios les proteja.
PD. ¿Qué es del buen Ussia?