Opinión

Mentira y soberbia

Pedro Sánchez es un pobre hombre. Será muy hábil para ascender en el partido y liquidar oponentes, pero no vale para dirigir. Carece de capacidad resolutiva. Se ha reaccionado tarde y mal. Instando a grandes concentraciones cuando ya eran peligrosas. Parando los colegios sin detener los flujos de población contaminada. Finalmente, coartando a las autonomías para comprar material sanitario y encargando tests de coronavirus averiados. Hay una falta de realismo en este equipo de Gobierno. Los dirigentes no han de saber de todo, sólo deben rodearse bien, pero la ideología ha primado sobre la pericia a la hora de seleccionar. En España hay científicos de primera línea, expertos en logística y empresarios que comercian con China hace décadas. Nos preguntamos si no hubiese podido el jefe del Ejecutivo acudir a ellos. Quizá sea la soberbia el problema.Cabría pensar que da tiempo a enderezar el rumbo, si no fuese por la mentira. Estamos desconcertados ¿cómo reaccionar ante datos falseados? Dijo el ministro Duque que estaban al tanto de la gravedad del asunto desde finales de enero ¿cómo puede contradecirlo ahora Irene Montero afirmando que la culpa de convocar el 8M es de los científicos que asesoran? Nos ha dicho el presidente que los tests se compraron con homologación y ahora resulta que no la tenían. Simón proclamó que eran 9.000 pruebas las que no funcionaban, ahora resulta que hay 650.000 no fiables y que hay que devolver todas. La soberbia lleva a la ignorancia, porque incapacita para mirar, pero es que la mentira impide corregir errores.