Opinión

Que no

Que no. Que no es mejor una sola fuente de información que la libertad de prensa. Que el control de los datos ya lo tuvo el «Pravda» en la Unión Soviética y fue un desastre. Que las encuestas trucadas conducen a la dictadura. Que censurar a los medios de comunicación en rueda de prensa convierte el poder en tiranía. Que no, que los empresarios no son malos. Que esta versión blanquinegra de la Historia (plutócratas versus obreros) es muy antigua y falsa. Que Amancio Ortega no es un enemigo público. Cargar el precio de la crisis en las empresas y los autónomos equivale a destruir la clase media y el empleo.

Justo lo logrado en los países del telón de acero. Que no, que la sociedad civil y el mercado libre son un bien. Que no hay derecho a que el gobierno colectivice las compras e impida a Siemens proporcionar 2.000 tests a sus trabajadores. Que no es justo ni eficaz incautar material destinado a luchar contra el virus y proteger a la gente. Que no, que no. Someter la sociedad al poder único exige el control del relato (la prensa), los medios de producción y el comercio. De ahí a pretender aherrojar las conciencias, como reflejaba Ismail Kadaré, hay muy poco. Por eso no debe extrañar que el PSOE pretenda ya que los alcaldes no hagan luto por los muertos del coronavirus. ¿Qué es un muerto en el camino hacia la dictadura del pueblo?