Vigencia de la Corona

A las islas del Pacífico, bajo el sol de California y por las cuevas desérticas de Petra ¿Por qué sale ahora The Telegraph con el viaje de bodas de los Reyes de España? ¿Por qué un titular que pretende ser escandaloso: «Revelación: La secreta luna de miel del Rey de España pagada por el padre caído en desgracia»? No hay puntada sin hilo. Lo que sale en Gran Bretaña llega de los bajos fondos españoles. Ya pasó con lo de Corina. Se cuenta ahora que, tras el viaje por España, de precio más que módico, los Reyes salieron al extranjero en un periplo de medio millón de euros pagado por Don Juan Carlos y su amigo Josep Cusí a medias. ¿Quién quiere dar una puñalada?

Si hay alguien que se ha matado a trabajar durante la crisis del coronavirus y que ha permanecido en extraño segundo plano ha sido el Rey. Día tras día de largas agendas de video… y un silencio tan espeso en los medios que hasta la opinión saltó alarmada. La gota colmó el vaso cuando el acto de silencio de don Felipe y doña Letizia por los muertos fue retransmitido por RTVE… e interrumpido. No se nos escapa que el socio del Gobierno es republicano. Tampoco que Pedro Sánchez puede muy bien haber optado por perfil bajo de la Corona, para no provocarle. Pero una circunstancia nacional tan grave merecía haber sido pilotada por el Rey. Nos hemos empachado de comparecencias del presidente. España hubiese salido fortalecida de haberse subrayado la unidad de todos en torno a don Felipe.