Opinión

Impuesto de sucesiones

Tela, tela, tela la que están montando en materia de impuestos. Pues que se preparen en las encuestas. Quedará muy bien lo de maltratar a los ricos (los que se van a ir a los paraísos fiscales), pero gravar las sucesiones es una de las medidas más impopulares. En Madrid, fue una de las propuestas electorales que acabó con el muy razonable candidato Gabilondo.

Y es que si hay algo sagrado en España, son los muertos. ¿Qué es eso de que nuestros padres tributen la vida entera y, a costa de muchísimo esfuerzo, logren a veces un pequeño patrimonio de una casa principal y un chaletito en el pueblo o la playa y llegue el Gobierno y trinque una segunda vez de un capital que ya ha pagado impuestos? Los trabajadores no curramos toda la vida para dejárselo a Pablo Iglesias para el Galapagar Palace.

Puede que la gran mayoría de los españoles no herede gran cosa ni pueda dejar bien alguno a sus deudos, pero la subida simultánea de impuestos a las grandes sociedades (¿a quién se piensa el Ejecutivo que van a repercutir los bancos este incremento?), el golpe a las clases medias y el recorte de herencias van a generar tal extenuación en las pymes que proveen a los grandes consorcios y en los pequeños empresarios, que el paro va a alcanzar los cinco millones y hasta pasarlos. Y cuando el desempleo esté a las puertas, a ver qué hacen estos «apparatchiks» de partido, que en su vida han trabajado en el mercado competitivo ni han estudiado gran cosa.