La naturalización - María José Navarro - Younews

La naturalización

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9 julio 2 min.

Periodista de la cadena COPE

Yo hay muchas cosas que perdono. Bueno, quizá no tantas. Alguna perdono. Lo que no perdono es que se falte a mis amigos. Mis amigos (a veces coincidía) en que eran personas a las que admiraba. Ahora no me permito tener amigos a los que no admiro. Uno de ellos (de esos a los que no ves mucho pero que...

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2 comentarios en “La naturalización

  1. Ya ve Vd. a lo que conduce la deriva en la que vivimos. Estamos en plena caída bolivariana. Si repasan las hemerotecas verán que así, como estos , empezó Chávez su dictadura en Venezuela que pasó de la riqueza a tener un 92% de pobreza, de unos medios de comunicación libres , múltiples y espléndidos a prácticamente cero controlados por los cafres del poder, de la libertad a la opresión, de la democracia a la, ya sin tapujos, dictadura actual, pura y dura. En Venezuela eso no podía pasar, decían ellos, en España tampoco, decimos nosotros, pero allí pasó y aquí vamos de camino y a gran velocidad.
    Si, cuando atacan a un amigo se le ponen a uno los pelos de punta; especialmente si piensas que,a nada que te pases, tú puedes ser el siguiente, sin distinción de sexo.
    Tengan mucho cuidado, esta gente reparte azotes, hasta sangrar, por un quítame allá esas pajas.
    CUÍDENSE, que este bicho se encuentra tan bien entre sus compañeros de aquí, compiten en letalidad, que no quiere dejarnos ni a tiros. Al menos hasta que le crezca la coleta y se la pueda colocar, al mejor estilo macarra, como en la escena con la que nos deleitó el pasado martes el aprendiz de chequista en la rueda de prensa de La Moncloa.
    Vaya espectáculo, triste y vergonzoso, al que estamos asistiendo, y no parece que se vaya a terminar. Antes acabarán con nuestra Santa e incomprensible paciencia.
    Lo que les decía: Cuídense y déjense de festejos y celebraciones, no sean más necios, ya lo somos bastante, no hace falta batir ninguna marca.

    Buenos días.

  2. Una cosa más. El «muñeco diabólico», que no respeta a nada ni a nadie, hace cuanto le viene en gana, no puede ampararse en su desgracia física para avasallar impunemente desde su silla de ruedas, versión Fórmula Uno, y pretender que nadie pueda ponerle en su sitio.
    Es tan impresentable como el resto de su jauría y tan responsable de cuánto hacen como el que más; por eso ocupa el puesto que tiene y por eso habrá que pedirle responsabilidades en la organización de toda esta trama con la que ofenden a España cada día, que la tiene y, a mi entender, mucha.