Opinión

Gibraltar humilla a España

Picardo es un político hábil y lo ha demostrado. No hay que olvidar que Gibraltar es una "república" de abogados encabezada por James Levy, el todopoderoso socio director del despacho Hassans.

La reunión de la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, con el ministro principal de la colonia británica de Gibraltar, Fabian Picardo, es una lamentable humillación para España. Es tan inexplicable como innecesaria, pero denota la política claudicante del gobierno social-comunista en asuntos fundamentales para nuestro país. No esperaba mucho de González Laya que no es diplomática y que ha hecho su carrera internacional escalando hábilmente como una gris burócrata en organismos internacionales. Sánchez la incorporó al gabinete precisamente por ese perfil de tecnócrata especialista en comercio internacional. No hay más que recordar el desastre de las compras de material sanitario durante la pandemia para valorar su pericia en este terreno. Al margen de su irrelevancia en la política exterior, que es algo que le gusta cultivar al presidente del Gobierno y por eso le viene bien el escaso peso de la titular de la cartera, la reunión con Picardo muestra su escaso criterio político y jurídico, su desconocimiento de la Historia y su incapacidad de aprovechar la situación de debilidad en que se encuentra la colonia y su oligarquía como consecuencia del Brexit.

Picardo es un político hábil y lo ha demostrado. No hay que olvidar que Gibraltar es una “república” de abogados encabezada por James Levy, el todopoderoso socio director del despacho Hassans. Levy es una figura muy importante en la colonia, pero también en Londres donde cuenta con conexiones en los grandes despachos y es miembro del Quens Council (Consejo de la Reina). Por su compromiso con la colonia y su economía fue nombrado caballero de la Orden del Imperio Británico. Lo que interesa a esta elite de juristas es ganar dinero, mucho dinero, y gestos como los realizados por la ministra son una gran victoria que les reafirma en su posición displicente hacia nuestro país. Levy, sobrino del fallecido sir Joshua Hassan, que fue ministro principal, es un hombre discreto y brillante que maneja los hilos en la sombra y sus propias palabras son muy interesantes “Hassans hace más que simplemente seguir las tendencias. Trabajando a la vanguardia del derecho corporativo, regulatorio y tributario, estamos activamente involucrados en abrir nuevos caminos”. Desde luego, los abogados gibraltareños encabezados por Picardo, que era socio del despacho, han conseguido humillar a España y conseguir una victoria extraordinaria gracias a la indolencia de una ministra y la torpeza de un gobierno. En cualquier momento Levy y Picardo reciben la gran cruz de Carlos III.