Lejos de su tierra

El Rey Juan Carlos no merecía este final. Su largo reinado pasa a los libros de Historia como uno de los más positivos, brillantes y beneficiosos de todos los tiempos. Bajo su mandato se restauró la Monarquía, después de un largo período de exilios, desencuentros y sinsabores, se alcanzó la concordia entre los españoles, destrozados por un enfrentamiento cainita, se restableció la democracia y se recuperaron las libertades públicas. Con don Juan Carlos de Borbón se firmó la Constitución del 78, felizmente vigente, entramos en Europa y experimentamos un gigantesco salto de progreso. Su comportamiento institucional fue impecable. En el golpe del 23-F su intervención personal salvó a España de la quema. Su figura, respetada en el mundo entero, contribuyó decisivamente al prestigio de España. Es muy doloroso ver a este gran hombre dejando su país. Sus posibles errores humanos en su vida privada –nadie es perfecto–, no merecían este desgraciado final. Viendo a un gran Rey camino del exilio, sin haber sido condenado, los españoles dignos deberíamos bajar la cabeza avergonzados.

Dado el despiadado acoso a que había sido sometido, se le ha obligado a tomar esta dramática decisión. Acostumbrado desde niño, nacido en el exilio, a los más dolorosos sacrificios, siempre como un servicio a España, se ha visto en esta ocasión obligado a dejar España para salvar la Monarquía, prestando un servicio final a los españoles y a la convivencia democrática. Quiera Dios que sirva para eso y no sea ésta la primera pieza caída de una oscura operación, como parece, para debilitar la Corona y promover un período constituyente, liquidando el «régimen del 78». Hay una parte del Gobierno, activamente republicano, que no oculta sus siniestras intenciones. Parecidas a las de los nacionalistas de la periferia, que lo sostienen. Y lo malo es que parece que los republicanos cuentan con la tolerancia o la complacencia del presidente del Gobierno. Es un hecho que el Rey se va al destierro bajo un Gobierno socialista, con Pedro Sánchez en La Moncloa. Es un dato importante. Dicen que han empujado al Rey al destierro para salvar la Corona. Eso habrá que verlo. No sé si los socialistas históricos, empezando por Felipe González, que gobernó muchos años en perfecta sintonía con don Juan Carlos de Borbón, verán hoy con indiferencia al viejo monarca con la maleta en la mano y un pie en el estribo dispuesto a dejar su patria. Para cualquier español honrado y consciente de lo que ha pasado aquí y de lo que está pasando, esta histórica escena produce tristeza y preocupación