Opinión

La estabilidad social-comunista

El comunismo se ha travestido de lobo a cordero, aunque no ha perdido su alma, sino que la tiene adormecida.

Hay gente en el centro derecha que se hace ilusiones pensando que el gobierno social-comunista se romperá. No entiendo muy bien esta obcecación conociendo a sus protagonistas. Es tanto lo que los une que no creo que exista nada que pueda poner punto final a esta alianza. Es evidente que no es amor, sino puro interés, que es el pegamento más sólido del mundo. Es verdad que el tiempo pasa muy rápido en política y olvidamos que no hace tanto expresaban públicamente su antipatía. No hay más que recordar que Sánchez aseguraba que no podría dormir si Iglesias estaba en el Gobierno y ahora es un hombre feliz con un sueño muy plácido desde que le tiene a su lado. Hay que añadir que siendo los escaños parlamentarios muy importantes, lo más valioso es que Podemos no agita las calles. No es difícil imaginar qué sucedería si estuviera en la oposición. Marx escribió que «la religión es el opio del pueblo» y se equivocaba porque realmente es el comunismo.

Lenin y Stalin son dos de los mayores criminales de la Historia y consiguieron dominar, manipular y controlar a su pueblo hasta el extremo de que llegaron a ser amados. Es cierto que parece increíble, pero es la realidad. En estos tiempos modernos y en el marco de la UE, el comunismo se ha travestido de lobo a cordero, aunque no ha perdido su alma, sino que la tiene adormecida. En la Nueva Política lo único importante es alcanzar el poder y disfrutar de sus privilegios. Por ello, no hay que ser un lince para entender que Iglesias, Montero, Castells, Díaz y Garzón no piensan abandonar el Gobierno, pero además han creado una estructura clientelar donde centenares de sus seguidores viven felices en la Nueva Normalidad que es abrazar el sistema. Sus antepasados bolcheviques tuvieron más suerte y el gobierno provisional de Lvov y Kerenski sólo les duró cuatro meses. El antaño revolucionario Iglesias, quien escribía que la socialdemocracia europea había traicionado a la clase trabajadora, necesita seguir en el gobierno para completar un relato. La ruptura le dejaría en una situación poco airosa y aunque tiene muchas vidas políticas no creo que sean siete como los gatos. No importan las disensiones, a veces más ficticias que reales, con el PSOE, los líos de Podemos o la grave crisis económica, porque el matrimonio de Pedro y Pablo es más sólido de lo que parece.