Opinión

El botín de los ayuntamientos

La sumisión del presidente de la FEMP y alcalde de Vigo es lamentable, porque se debe al municipalismo y no al PSOE.

En estos tiempos parece que nada nos asombra. La propaganda fluye como un río caudaloso sin que ningún obstáculo impida que arrase con todo lo que encuentra a su paso. Ahora les ha tocado a los municipios con la sumisa colaboración del mediático Abel Caballero que ha olvidado que es alcalde antes que socialista. El voto del catedrático de Teoría Económica que estudió en Cambridge, algo que le gusta recordar, ha permitido la chapuza gubernamental que ha permitido asaltar el dinero ahorrado por los ayuntamientos. Es decir, se «premia» la buena gestión con una incautación. No está mal. Este sólido economista supongo que suspendería, o no, al alumno que desarrollara como ejercicio de examen un modelo de gestión macroeconómica tan estrafalario como heterodoxo. La «expropiación» temporal del superávit municipal debería provocar bochorno en el catedrático, aunque el alcalde socialista debe estar muy contento habiendo servido a su líder. Tras este despropósito no sé si la memoria me falla y realmente estudió en la Universidad de Moscú en los tiempos de la Unión Soviética. Hay aportaciones muy interesantes en esta línea elaboradas por los economistas marxistas. Me permito ofrecerle alguna idea que puede aportar al gobierno y que si fuera su alumno, vista su adscripción al intervencionismo estatal, me haría acreedor de una matrícula de honor y ser propuesto para el Premio Lenin.

Es evidente que necesitaremos más que ese exiguo botín que ha logrado María Jesús Montero con este acto propio de una corsaria, ya que tiene patente para hacerlo y por tanto no es una pirata. Por ello, sería bueno que fueran imaginativos. Tan legítimo es asaltar a los municipios como hacerlo con los depósitos de los españoles y sus empresas. Con ello les sobraría dinero. Lenin y los suyos lo hicieron. No contentos con esta medida decidieron nacionalizar el sector productivo industrial y agrario, apropiarse de palacios e iglesias con lo que realizaron uno de los mayores latrocinios de la Historia y no repartieron, por supuesto, el impresionante botín obtenido con el pueblo. Finalmente, no cumplieron con los compromisos de pagos nacionales e internacionales adquiridos por la Rusia zarista. Creo que, llegado a este punto, el profesor Caballero reconocerá que hubiera merecido ese reconocimiento académico. La sumisión del presidente de la FEMP y alcalde de Vigo es lamentable, porque se debe al municipalismo y no al PSOE. La fechoría gubernamental ha unido al resto de partidos y veremos como acaba.