Opinión

La mirada de Europa

La cuestión monárquica, utilizada por Podemos y los separatistas como palanca para desestabilizar el actual sistema constitucional, está siendo observada con preocupación por la mayor parte de los Gobiernos europeos. No sólo Macron y la señora Merkel, que nunca lo confesarán en público, verían bien un cambio de rumbo de la política española y presionan discretamente en esa dirección. Son las Monarquías europeas las que ven con mayor desagrado lo que está pasando en España. Ninguna de ellas -Holanda, Bélgica, Noruega, Suecia o Dinamarca- votó a favor de Nadia Calviño, según fuentes diplomáticas fidedignas, después de escuchar antes de la votación las declaraciones del presidente Sánchez proponiendo una reforma de la Constitución para poner límites al aforamiento y a la inviolabilidad del Monarca. A propósito de esto, tampoco entienden la forma de llevar a cabo la delicada operación del destierro del rey Juan Carlos. La mirada de Europa está muy atenta a lo que pasa aquí, no sólo por razones políticas, sino también porque, con el reparto para la reconstrucción, todos están jugándose los cuartos, y algunos, como el holandés, tienen elecciones a la vista. A esto se debe, en gran parte, el acertado giro del presidente en defensa de la Monarquía parlamentaria, pieza clave del orden constitucional. Su posición institucional choca de frente con la postura levantisca de su socio de Gobierno. La imagen que se está ofreciendo es la de dos Gobiernos en uno, más bien incompatibles entre sí. El reparto de papeles ya no da más de sí. Pero lo más serio viene ahora: para recibir la ayuda europea del fondo de reconstrucción, hay que presentar en Bruselas un Plan Nacional que vertebre los Presupuestos. Eso, visto el panorama, sólo puede salir adelante con el apoyo de Ciudadanos. No se puede contar con ERC, pendiente de las elecciones catalanas. Los planteamientos económicos de Cs, coincidentes con las condiciones europeas y con las del Partido Popular, no tienen nada que ver con las propuestas de Pablo Iglesias y los comunistas de IU. Lo que le están diciendo en Europa a Pedro Sánchez es que se desprenda de este pesado lastre, que se deshaga de él cuanto antes. Será la única manera de tener garantizada la ayuda a tiempo y su propia supervivencia política. Las oscuras cuentas de Podemos, investigadas por la Justicia, y los enredos judiciales del propio Iglesias con su colaboradora marroquí, son poderosos argumentos a favor de una crisis de Gobierno, que conduzca al cambio de rumbo exigido por Europa.