Donald Trump

“Los pijoprogres y Trump”

El millonario Obama era un típico producto de las élites y se vendió la idea de que por fin un progresista y negro llegaba a la presidencia

Es muy interesante leer las crónicas y los artículos dedicados a la crítica inmisericorde contra Trump. Tras ello resulta evidente de que es la reencarnación de Belcebú. Haga lo que haga lo hace mal y, desde luego, le mueven un intereses oscuros. Es una verdad universalmente reconocida que los demócratas son los buenos, mientras que los republicanos son los malos. Los pijoprogres europeos que controlan el pensamiento correcto, es decir, el izquierdoso, no pueden soportarlo y les sucede lo mismo que a sus homólogos estadounidenses que vieron cómo sucedía al idealizado Barack Obama. El millonario Obama era un típico producto de las élites y se vendió la idea de que por fin un progresista y negro llegaba a la presidencia. No era ni lo uno ni lo otro, porque la única afroamericana descendiente de esclavos y sin lugar a duda lo más interesante de la pareja era su esposa Michelle.

Un pijo de Harvard, hijo de padres fashion, rico, guapo y simpático. Fue un presidente mediocre, aunque le dieron un bochornoso Premio Nobel de la Paz y para el que le nominaron a los pocos días de ocupar el cargo. ¿Cómo no iba a gustar a la izquierda europea? Lo mismo sucedía con Hillary Clinton a pesar de los aspectos poco edificantes de su trayectoria política y personal sin incluir la de su marido que en ocasiones resulta patética. Ahora están contentos porque se presenta Joe Biden, que no tiene nada de progresista y es otro pijo de la costa Este, con una trayectoria típica del establishment y con una mano muy larga con las mujeres. Lo bueno de ser progre es que esas cosas tienen menos importancia para la prensa europea que si fuera republicano.

Y lo mejor es que ha elegido para el ticket de su candidatura a la senadora Kamala Harris, que lo ponía a parir, que es hija de madre india tamil y padre jamaicano, pero que nadie se asuste porque no eran modestos inmigrantes, sino una científica especialista en cáncer y un profesor de Economía en Stanford. Por tanto, no es negra y no tiene origen humilde, sino que forma parte del sueño americano que es el éxito, la riqueza y el poder. La edad de Biden permite esperar que no sufra sus toqueteos. A pesar de ello, esperan ganar las elecciones y que el pueblo empatice con los pijos. Por cierto, ni Kamala ni Joe votarían aquí al PSOE o a Podemos.