Opinión

“Unos presupuestos útiles y eficaces”

Una crisis tan singular como catastrófica necesita un amplio apoyo político, empresarial, sindical y social

El presidente del Gobierno se encuentra en una disyuntiva tan simple como complicada en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado. La crisis económica que vivimos se parece a un tsunami. Es tan devastadora que puede provocar una destrucción impresionante que haga que la recuperación sea muy lenta y con un inasumible coste social. A estas alturas todo el mundo está de acuerdo que es la peor desde la posguerra.

Esto significa que supera, como es evidente, lo sucedido con la anterior de 2007 cuando el gobierno socialista cometió el error de utilizar primero la negación para ganar las elecciones de 2008 y luego pensar que sería de corta duración por lo que bastaba con adoptar un modelo de actuación keynesiano. Las consecuencias de los errores cometidos, fruto de esa incorrecta interpretación del alcance e intensidad de la crisis de deuda soberana unida a los problemas estructurales de nuestra economía, no se pueden repetir de nuevo. Es muy importante hacer un diagnóstico certero y asumir que los 140.000 millones de la UE son tan positivos como insuficientes

Una crisis tan singular como catastrófica necesita un amplio apoyo político, empresarial, sindical y social. Por ello, le corresponde a Pedro Sánchez establecer las condiciones necesarias para que sea posible. Las reuniones que comienzan la próxima semana hacen necesario que se sustenten en una gran altura de miras y que no pretenda que los PGE sean una victoria del gobierno social-comunista, porque es necesario que estén muy centrados.

La experiencia demuestra que un planteamiento de izquierda radical sería la puntilla final para la economía española como ha sucedido en todo el mundo desde el siglo XX hasta nuestros días. No es fácil controlar las pretensiones de los planteamientos de Podemos o la estrategia para destruir España de los independentistas que son unos socios muy poco fiables. La solución lógica sería articular una mayoría con el PP para su aprobación donde se recojan el conjunto de medidas, reformas y recortes que son imprescindibles para la recuperación.

No hay más que mirar hacia Alemania y otros socios europeos donde se están poniendo en marcha medidas sensatas y eficaces para conseguir superar lo antes posible la difícil situación que se vive en todo el mundo. La solución no es plantear los PGE como un trágala que el PP y Cs tienen que asumir, sino que tienen que ser un punto de acuerdo y ser aceptables para todos por una cuestión de patriotismo.

Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).