Opinión

La ronda del presidente

En el pueblo los mozos salían de ronda para cortejar a las mozas. Recorrían las calles con un par de laúdes y una guitarra y cantaban debajo de las ventanas. No faltaba la bota de vino, que corría de mano en mano. Cualquier motivo era bueno para ir de ronda: la fiesta de los mayos, la fiesta patronal, el sorteo de la mili… Los cantos de ronda, que en Castilla, en Aragón, en La Rioja y en Navarra era la jota, se repetían de año en año con leves concesiones a la actualidad. La verdad es que en el pueblo casi nunca ocurría nada. Así que no hacía falta modificar las letras tradicionales, más o menos divertidas o maliciosas. La gracia estaba en lo de siempre. El pueblo tiende a acostumbrarse, como saben los políticos.

Hace tiempo que las rondas

de los pueblos han decaído. Entre otras razones porque no quedan

mozos. Pero, para entretenimiento general, sale de ronda el

presidente del Gobierno. Los adictos le tocan cascabeles y almireces.

No es la primera vez. Estas cosas le gustan. Hace dos años, recién

llegado, inauguró el curso político con un acto parecido al de ayer

en la Casa de América, con el esperanzador anuncio, en letras

grandes, de que “Avanzamos”. ¡Lástima! Ha habido mala suerte.

Desde que Pedro Sánchez está en La Moncloa, España ha retrocedido

en todos los aspectos, se mire como se mire. Desde luego, en salud,

en dinero y puede que en amor. Pero este hombre, inasequible al

desaliento, volvió ayer a la carga ante la flor y nata del dinero:

con él al frente, España puede -en el sentido progresista de

Podemos- superar la prueba y salir adelante. Eso vino a decir.

Los malpensados dicen que

el presidente corteja a los del IBEX para presionar y dejar en mal

lugar a Pablo Casado, a quien recibirá mañana, por negarse éste a

negociar los Presupuestos y la renovación de cargos institucionales,

mientras haya ministros comunistas en el Gobierno. Se sabe que con

Sánchez, de la mano de Iván Redondo, todo es propaganda electoral.

Nada es inocente. La foto de ayer apaga los fervores revolucionarios

de su socio, Pablo Iglesias, enemigo declarado de los del IBEX.

Después Pedro Sánchez rondará, con vino y flores, a Inés

Arrimadas, -Cs es su as en la manga- y se verá con todos los demás,

cerrando tratos y compromisos. La ronda final será con las

comunidades por eso de la “co-gobernanza”. Ronda que te rondaré,

lo que verdaderamente le importa a Sánchez es afianzarse en La

Moncloa.