En estos tiempos de buenismo exacerbado, donde parece que no se puede decir ninguna cosa negativa especialmente de las mujeres, porque es pecado y conlleva sospecha, la realidad nos hace comprobar algo tan necesario como que hay mujeres buenas, malas y regulares. Y hasta asesinas, por supuesto. Como, presuntamente, la viuda negra de Alicante o la esposa de Josep Maria...
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Cierto. Y algunas, a falta de otros méritos, que tantísimas señoras tienen por talante , preparación y buen hacer en sus profesiones, con un alto rendimiento, tiran de sexo, de feminismo mal entendido y de hembrismo oportunista, incapaces de otra cosa. Un mal ejemplo y flaco favor a tantas y tan admirables mujeres de las que hemos dependido desde nuestra concepción y durante gran parte de nuestras vidas, todos, hombres y mujeres.
Un brindis por ellas y mi condena más enérgica para las otras, las oportunistas de entrepierna; mala gente, malas de verdad.
Buenos días.