Pablo Iglesias
Pablo Iglesias quiere ser rey
Quiere cortarse la coleta, estoy segura, reniega de ella. Pablo quiere presidir, reinar… llegar a emperador y no le culpo
Pablo Iglesias quiere cortarse la coleta, quemarla en una pira sacramental y hacerla desaparecer porque ya no le sirve la que tanto sirvió… de pértiga, de espada, de escalera… Y lo sabe muy bien, por eso se hace un moño. Y la cola de siempre… ese signo vistoso y desaliñado de su vida anterior, de cuando era un joven indignado con predicamento entre otros jóvenes indignados, de cuando era revolucionario urbano y venezolano, de cuando fue asambleario aventajado y lo hizo genial y triunfó (¡cabeza de ratón!) porque es inteligente, ya no funciona.
Pablo quiere cortarse la coleta, estoy segura, reniega de ella. Pablo quiere presidir, reinar… llegar a emperador y no le culpo (a mí también me gustaría muchísimo y soy republicana…) ¿Quién no desearía viajar constantemente, conocer a los más grandes artistas y pensadores del mundo, cenar con ellos… hablar con Isabel II por wasap…? Pablo sí, le encanta Juego de Tronos y se ve, con perfecta verosimilitud, cetro en mano, sobre un trono…
Por supuesto, los monarcas están sujetos a sus obligaciones (¡y quién no!) la realidad nos abraza a todos (y cada cual es esclavo de la suya), y el tedio y la falta de libertad… a cada uno en su escala…
Hoy, cuarto vicepresidente, cola de león, prefiere no proyectarse con coleta, las cosas como son… las mieles del triunfo en la puerta del sol, entre quinquis y niñatos neuróticos del compromiso social, en otro tiempo tan dulces… ya no le saben a nada… o le saben a poco, o a calimocho… ¡Qué bien iba de estudiantes! Pero ¿ahora? ¡Vicepresidente yayoflauta no!. Eso jamás.
Pablo Iglesias tiene una casta, perdón, una casa con piscina y vestuarios, y es padre de una familia numerosa que atiende el servicio doméstico porque está muy ocupado y su mujer también, una Ministra… Y se lo han creído porque es verdad.
_ “Y ¿quién va a pararnos ahora?” _ se pregunta mientras abre una botella de tinto rebuscadita, con un sacacorchos de aire comprimido.
Pablo Iglesias tiene grandes planes para sus hijos pero sobre todo para él, porque es narciso y en ninguno de esos planes cabe una coleta. Pablo Iglesias piensa, cavila… su maravillosa historia y su auge no terminan de vicepresidente cuarto en absoluto… ¿Alguien cree que está conforme y satisfecho a la sombra de Pedro Sánchez?
Lo primero que vamos a hacer es cambiar de peinado, y pasar al moño. “La coletona esta, con la que solía triunfar”_ se dice frente al espejo_ “ya no me gusta.”
_Eres una rémora que me frena_ la reprende y sermonea como a una vieja empleada_… no se puede conquistar el mundo con una cola de burro como telonera.
¿Se acuerdan de cuando se llenaba la boca de jamón y buenos deseos junto a Ana Rosa Quintana, en esa cocinita con posters de….algo horrible… de Star Wars? ¿Recuerdan que aseguraba que nunca abandonaría su barrio porque no entraba en sus principios políticos el aislarse de los problemas sociales? ¿Y cuando llamaba casta textualmente a los políticos que vivían en casas con piscina?... Pero qué poética es la hemeroteca…
Pablo Iglesias odia esa coleta más que el resto de los españoles, si es que eso es posible, y se la hubiera cortado ya, igual que cortó con la casita modesta de Vallecas y con Alcampo y esas gentes que en otro tiempo juró no abandonar…
No tolera la coleta… e Irene, la detesta, aun cuando la besaba en las manis de soltera, y lo bien que combinaba con los palestinos y los sueños de mocedad… Y lo incómoda que se hace ahora… ¡Un golpe seco y listo! Se la quisiera podar durante la noche, como Dalila… ¿Dónde se ha visto un tipo poderoso que lleve coleta? Mejor el tradicional corte de pelo a lo “Julio César” sencillo, cómodo, práctico (y no hay que peinarse demasiado) inmortalizado por Marlon Brando en la gran pantalla.
Pablo quiere cortarse la coleta y llevar gomina y comprar cosas bonitas sin tener que ocultarse de los comunistas y sus miradas inquisitivas… pero no puede. ¿Y si perdiera toda su fuerza como Sansón? La que se liaría si Pablo Iglesias se corta la coleta… ¡¡Noticias de última hora!! ¡¡El último vestigio del Pablo de la guerrilla, de las calles, de la banda…!!
Le perdonaron Galapagar (que no es pa' tanto)… ¿someterá a referéndum interno también el sajarse la cabellera? ¿Estará condenado a ese ridículo, tibio y melifluo moño para siempre?
El moño del Vicepresidente número cuatro (y subiendo) hace referencia a la incomodísima situación psicológica de los Iglesias Montero… ese moño es un spagat sociopolítico o Split masculino, dolorosísimo, con una pierna en el Movimiento 15-M y la otra en la piscina climatizada…. El problema del comunismo (casi todos somos comunistas en lo más profundo de nuestro tierno corazón) es que nadie está a la altura del desapego material y personal que realmente requiere, como nadie está a la altura de la ejemplaridad que le pide ser monarca, ni de la honestidad que demanda el celibato.
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