Opinión
Nos queda la Corona
En materia de cumpleaños, este es un mes curioso. Hoy cumple 42 años el republicano Pablo Iglesias y el próximo día 31 alcanzará los simbólicos 15 la heredera del trono, Leonor de Borbón. La ceremonia de los premios de Oviedo les pilla a ambos de celebración cuando se chocan sus respectivas estrellas. Porque el vicepresidente ha explicado públicamente que es su principal ocupación traer la república y enviar a la Princesa de Asturias lo más lejos que pueda. Más de uno habrá seguido la ceremonia intentando escrutar si en los pasos y palabras de la niña hay indicios de Reina o de exiliada.
Y justo esta semana Europa parece haber caído en la cuenta de que la Vicepresidencia del Gobierno está aquí en manos de un marxista de libro, un antisistema que apuesta por el partido único y la revolución del pueblo. Que está empeñado en hacerse con el control de los jueces, los medios de comunicación, la policía y los espías, según antiguas palabras de Pedro Sánchez. Pablo Iglesias tiene el apoyo del Gobierno y busca sustituir la Monarquía democrática por una república bolivariana. Pero se repite lo ocurrido tras el intento de golpe en Cataluña, cuando los independentistas se toparon con un grupo consistente de líderes europeos que les enseñó la salida. Felipe VI, el padre de Leonor, tampoco se quedó quieto en aquella ocasión ni se va a quedar pasmado ahora, entre otras cosas porque tiene detrás a todo el pueblo que lo votó en el referendo de 1978.
Los españoles somos de la república de nuestra casa y no gustamos de pleitesías. Nos encanta aclarar que no somos monárquicos de cuna, pero a continuación añadimos que somos juancarlistas o felipistas, porque lo que queremos es vivir en paz y prosperidad y este sistema nos lo ha garantizado. Y ahora viene uno que no ha ganado las elecciones y nos explica que, si lo cambiamos todo y deponemos al Rey, seremos más felices y advendrá el paraíso.
Amos anda, que diría mi abuela Pilar. Ignoro lo que hacía Iglesias hace 15 años, pero en 2005, cuando nació la Princesa de Asturias, España era menos distinta de lo que Leonor creería. A saber, el presidente del parlamento vasco presentó ese año el proyecto de reforma del estatuto político para Euskadi, ETA seguía matando y Otegui fue condenado como dirigente de la banda.
Zapatero hablaba de negociar el fin del terrorismo y abordaba otra reforma educativa, la enésima. En marzo, la falta de acuerdo entre los vocales del Consejo General del Poder Judicial impidió cubrir las vacantes judiciales. En abril, Cataluña propuso recaudar los impuestos y en mayo ZP coló su reforma del estatuto catalán. En otoño, miles de inmigrantes asaltaron la frontera en Melilla en diversas oleadas.
¿Alguien reconoce las noticias? Parece el día de la marmota. Quince años después estamos donde solíamos. Me permito augurar que ni siquiera Pablo Iglesias va a poder con España. Y que esta joven Leonor será nuestra Reina cuando el vice mire con nostalgia las fotos de su moño. «Tengo casi 15 años» dijo ayer la niña en un discurso perfectamente expresado y pronunciado.
Tendrás muchos más, si Dios quiere, y acompañarás a esta vieja nación a un futuro esperanzador. Como ayer dijo tu padre, en el Hotel Reconquista, «Hay momentos de la Historia de los pueblos en los que la realidad nos pone a prueba. Es necesario entonces un gran esfuerzo colectivo, un esfuerzo nacional de entendimiento y de concordia». Lo haremos, claro que lo haremos, Princesa.
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