“Unos presupuestos de izquierdas”

Ninguna sorpresa. En la forma, fue una buena puesta de escena con la intervención del presidente y el vicepresidente, hay que agradecer que fueran breves, y la constatación de que es un poder compartido. En lo que hace referencia al fondo, no son los presupuestos centrados que necesita España en medio de esta crisis devastadora. Ni siquiera son los que le hubieran gustado al socialdemócrata Sánchez y al equipo económico del gobierno.

Al margen del habitual voluntarismo, sin importar quien gobierne y más en las circunstancias actuales, no hay ninguna duda de que estamos ante una propuesta de izquierda dura, porque había que complacer a Iglesias. Este proyecto es quizá donde mejor se visualiza que es un gobierno donde mandan dos que son Sánchez e Iglesias. Por ello no importa cuál es el número de su vicepresidencia o que sean cuatro, porque realmente, hay que insistir, es cosa de dos. Es algo característico de una coalición, donde además necesitan más partidos para conseguir la mayoría en el Congreso.

Hace unos días presentaban un cuadro macroeconómico, con un nombre más pomposo, para justificarse en la UE y que quedó enseguida desbordado por la realidad. Era más un ejercicio voluntarista que el profesor encarga en primero de carrera como complemento del examen en una nueva asignatura que podríamos denominar «Especulación macroeconómica para elaborar unos presupuestos a martillazos», mientras que el propio proyecto, basado en ese desordenado maremágnum de datos negativos blanqueados, sería el trabajo de fin de grado.

Con suerte, algún día nos ofrecerán un texto que merezca ser una tesis doctoral, aunque sea para un aprobado raspado. Los datos ponen de manifiesto que el gobierno ha trabajado mucho, eso no lo dudo, pero en la mala dirección. Todo depende de la respiración asistida que nos ofrezca la generosidad, que creen ilimitada, del BCE. Ahora quiero ver que malabarismos hace Ciudadanos para apoyarlos con las subidas de impuestos y la reducción de deducciones que, sin lugar a dudas, serán muy gratas para sus votantes. La medida comunista de los límites al alquiler será muy útil para la reactivación.

El panorama se completa con los datos de la EPA y la obsesión por establecer un estado de alarma de seis meses. No hay duda de que los inversores nacionales y extranjeros se abalanzaran sobre nuestro país para traer el nuevo maná. La solución es que acaben con el paro y la crisis haciéndonos funcionarios. Y que paguen los «primos» de la UE.