Opinión

Los paletos de la «homologación»

Pasadas ya más de cuatro décadas desde que la democracia se reinstaurase en nuestro país, todavía prevalecen algunos complejos ligados a no pocos fantasmas del pasado, especialmente a la hora de realizar esa especie de «PCR» que se manifestará con un positivo o un negativo en la verificación del pedigrí democrático de nuestros principales partidos políticos, como si la limpieza y transparencia de formaciones que desde la izquierda y la derecha forjaron en España, con no pocas concesiones al espíritu de la transición, tuviese que pasar un «test» de idoneidad frente a sus homólogos ideológicos europeos.

Por mucho que algunos se empeñen en denostarlo, el bipartidismo ha supuesto un auténtico ejemplo de alternancia tranquila en la que han prevalecido progreso y valores constitucionales y es precisamente la enconada bipolarización actual –que no es lo mismo que bipartidismo– la que está sacando a colación no pocos interesados sambenitos a la hora de poner en duda eso que los paletos de lo estupendo llaman «homologación» con la izquierda o con la derecha europeas. Es a estos a quienes convendría recordar que fue un partido socialista –sin negar sus errores– el que desde el poder cuajó la integración total de nuestro país en la Unión Europea, el que nos integró en la OTAN y el que pilotó nuestro cambio de grado de una nación en desarrollo hacia la primera fila de progreso y democracia. Hoy el PSOE tiene otros dirigentes y otras circunstancias, pero para exigirles –de momento– pruebas de salubridad democrática tal vez quede un trecho. También ahora tras la moción de censura de la semana pasada y la tierra de por medio puesta por el PP de Casado frente al Vox de Abascal, se ha sacado a colación el recurrente registro «los populares españoles quieren homologarse con la derecha europea». Toda una sandez propia de quienes no solo ignoran el papel de la derecha que llamaban «civilizada» en la transición, sino que ocultan –tal vez también por ignorancia– que fue esta derecha desde el gobierno la que impulsó el famoso fondo de reserva de las pensiones, creó empleos al ritmo de medio millón por año o fue pionera a la hora de situar a mujeres al frente de los principales cargos públicos y políticos, por no hablar de su olvido en derogar leyes como la de memoria histórica. Ergo, menos complejos, más coherencia con nuestra historia reciente y menos dudas catetas. La homologación llegó ya hace mucho.