Isabel Díaz Ayuso

Díaz Ayuso, de momento, se apunta un tanto

La Comunidad de Madrid es observada en Europa como un ejemplo de gestión contra la pandemia en tanto que, otras regiones que se ponían como ejemplo hace un mes, ahora tienen sus hospitales saturados.

Díaz Ayuso, de momento, va ganando a Sánchez, ya veremos cuánto dura. Ambos llevan confrontando desde el principio de la legislatura, pero el momento álgido de la disputa llegó en octubre, cuando contrapusieron dos modelos diferentes de gestión frente a la pandemia.

La Comunidad de Madrid defendió el cierre de los distritos afectados por una prevalencia mayor del virus, frente al cierre perimetral de la región que quería el gobierno. El resultado fue la declaración del estado de alarma.

Sánchez puso el punto de mira en la Comunidad de Madrid, esperando que los datos justificasen el confinamiento de todo el país, porque lo que buscaban, el uno y la otra, era un culpable.

A todas luces se trataba de una batalla política, lo malo es que, en esas circunstancias, la opinión pública se dividió en función de sus preferencias ideológicas. La prueba del nueve para ser de izquierdas en Madrid consistía en rechazar las medidas de Díaz Ayuso y exigir medidas más restrictivas. En cambio, un buen ciudadano de derechas debía apoyar al gobierno regional y rechazar las medidas duras de Sánchez.

A medida que han ido pasando los días la balanza de los hechos se ha inclinado hacia la dirigente popular. La Comunidad de Madrid es observada en Europa como un ejemplo de gestión contra la pandemia en tanto que, otras regiones que se ponían como ejemplo hace un mes, ahora tienen sus hospitales saturados.

Díaz Ayuso se ha apuntado el tanto de que gracias a ella no se ha confinado al resto de España, parte de razón lleva porque si Sánchez lo hiciese, quedaría en evidencia y el culpable sería él y no la popular.

La realidad de los datos es catastrófica. Desde julio se han registrado 13.000 nuevos fallecimientos, de las peores cifras de toda Europa, solo superados por Bélgica, Rumanía, Bulgaria y algún otro.

La pieza que falta en todo esto es la explicación del ejecutivo central, llevaba razón Díaz Ayuso o no y porqué.

Aunque todo puede cambiar de una semana para la siguiente. Los buenos datos de Madrid se pueden truncar, porque el éxito de Madrid, no es patrimonio de la Puerta del Sol, sino de los ciudadanos que, ante el miedo a otro confinamiento, aumentaron las precauciones y medidas de seguridad.

La gestión sanitaria es política, sin duda alguna, como cualquier acción que emprenda el gobierno, pero lo que hay aquí es politización, algo muy diferente, y eso, cuando afecta a vidas humanas, debería estar tipificado en el Código Penal.

Sin embargo, todo se olvida rápido, por eso les va bien. Ahora el interés lo ocupan los Presupuestos, el pacto con Bildu y los independentistas catalanes, el ridículo de Arrimadas y la vagancia extrema de Vox que no ha hecho ni una sola enmienda a las cuentas presentadas por el gobierno y eso solo puede tener dos causas: que no las comprenden o que les da pereza hacer su trabajo.

Dentro de un par de semanas, también se habrá olvidado.