Opinión

¿Navidad?

Lo que preocupa a España es, aparte de en la propia casa, cómo serán las Navidades en Cantora. Parece que en la finca, además de los mortales, hay tantos fantasmas como para que pase por allí la Guardia Civil y mande parar una fiesta ilegal. Para que venga esta izquierda tiquismiqui y farde de que a España no le gustan los cuernos. Allí, en la pendiente de Medina Sidonia, tierra de marineros que no han visto el mar, el viento sopla tan fuerte que volvería loco a un lobotomizado. Ay, tenemos un Gobierno tan moderno que se olvida de las familias numerosas y de que, en lugar de en la Puerta del Sol, esta vez la retransmisión plurinacional tendría que ser en Barbate (de Franco), por lo que el culebrón debe ser residuo del fascismo sociológico que dicen. Irene Montero debería salir hoy a defender a la linchada por ser mujer. O eso parece. Prohibido, pues, más de seis personas, seis. Ayuso eleva el cupo a diez. Pero Ayuso es mala y quiere que nos contagiemos para dominarnos como Bill Gates según Bosé. Bien visto, eso que ganamos. Menos cuñados a repartir. Lo que nadie sabe a ciencia cierta es si esta medida está avalada por un comité de expertos homologado o se decidió en una tirada de dados. Primero habíamos vencido al virus y ahora se nos cuela entre el confeti, que habrá que ver el especial de Nochevieja este año. Unos presentadores enlatados y un público que aplaude invisible. Nos anuncian una vacuna para Reyes, una manera de controlar la pataleta, pero lo más seguro es que nos traigan carbón. El caso es seguir con la pelota hacia adelante, tratándonos como críos a los que no se les puede decir que los Reyes son los padres y cuál es el Plan B si no hay medicamento. No hace muchos días se trataba de salvar la campaña de Navidad y ahora que la del año que viene, y así hasta que la primavera se haga verano y nos asfixie la calor. Hasta prohibirán el portal de Belén, que allí había más gente que en una pelea, sin que sepamos de verdad si sobran los partocitos o el niño Dios. La Virgen con mascarilla y pajes con Epis. No sabemos si el anuncio es provisional o es el Ejecutivo el que está en funciones aunque dé muestras de eterno. Cuando nos sentemos a la mesa y recordemos a los que no están habrá también mención intramuros para estos pantojos.